Al autorizar la alianza entre Televisa y Nextel para participar en la licitación 21 el gobierno federal pretendía crear un monopolio de tercera generación, el único propietario de una red y productor de contenidos, para disminuir la participación de Teléfonos de México en el mercado de las telecomunicaciones, afirmó el director de la consultoría Mediatelecom, Jorge Negrete.

Consideró que la salida de Televisa de la alianza con Nextel es sólo parte de la realidad jurídica, pero no de la económica: la realidad es que la decisión prevalecerá porque estas empresas continuarán haciendo negocios como ya lo han anunciado, y esto será, advirtió, mediante la figura de Operador Móvil Virtual (OMV).

Explicó que Televisa y Nextel rompieron en forma, pero en el fondo el principal negocio se dará, y ése será el de la venta de contenidos producidos por Televisa, que actuará como OMV, que en los hechos es una compañía de telefonía móvil que no tiene concesión de espectro y carece de red propia, y para dar servicio debe recurrir a la cobertura e infraestructura de otra empresa con la que debe suscribir un acuerdo de servicio.

En tanto la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de las telecomunicaciones y Tecnologías de la Información salió en defensa de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y de la la Comisión Federal de Telecomunicaciones al señalar que ambas instancias han hecho una labor encomiable, y dijo que la licitación 21 se ha sido afectada por intereses políticos y de empresas.