La compañía francesa Transe Express presentó el espectáculo Malditos campaneros
Mediante una escultura elevada a 40 metros, crean movimiento y fantasía
Sábado 23 de octubre de 2010, p. 4
Guanajuato, Gto., 22 de octubre. El espectáculo de teatro de calle de gran formato Maudits Sonnants (Malditos campaneros) convierte el cielo de esta ciudad en un nuevo territorio artístico, donde músicos y acróbatas suspendidos de una estructura metálica crean un mundo pleno de movimiento y fantasía.
En la zona al aire libre conocida como Pastitos del Festival Internacional Cervantino (FIC), el Carrillón Celestial –con los artistas de la compañía francesa Transe Express– se eleva 40 metros.
Manipulado por una grúa, el Carrillón Celestial adquirió la forma de una flor musical que se abre mientras nueve músicos y tres mujeres acróbatas se elevan; abajo, el público evoca a través de esa ventana al cielo sus recuerdos de la niñez.
Las luces integradas a la estructura metálica crean la visión de un conjunto de campanas, cuya melodía es similar a una caja de música o al de un carrusel de feria.
Para Transe Express el tema de la visibilidad es determinante, por eso conquistan espacios libres para que el espectáculo pueda ser observado por todos los espectadores.
Desde cualquier punto de la ciudad de Guanajuato se ve el enorme artefacto móvil en el cielo, como una especie de escultura aérea o máquina poética del FIC que sorprende y emociona al público cuando en las alturas ve cómo se configura una flor.
Los músicos suspendidos en la estructura no dejan de tocar y hasta con redobles acompañan el trabajo acrobático de las tres mujeres que realizan piruetas, se columpian y vuelan en abierto desafío a la ley de la gravitación.
Interactúan con el público
La música, las artes visuales, las habilidades circenses, la literatura y las luces artificiales componen el espectáculo Malditos campaneros, creado en 1996 por Brigitte Burdin y Gilles Rhode, fundadores de Transe Express.
Para Rhode resulta fundamental incluir el mayor número de personas en sus espectáculos para de ese modo multiplicar las condiciones visuales y cautivar a los espectadores.
El arte de la compañía francesa crea una atmósfera de tranquilidad, de ligeros movimientos y una fluidez desde lo aéreo que obliga al espectador a elevar la vista y penetrar un mundo sorprendente.
Hace 28 años, Transe Express fue fundada por Brigitte Burdin y Gilles Rhode, quienes realizaban espectáculos en la calle y pensaron en crear algo en el aire para que miles de personas tuvieran oportunidad de verlo.
Proporcionar fantasía a las personas y música de tambores y percusiones surgió a partir de que la pareja de fundadores de la agrupación se fueron a vivir a África para estudiar ritmos de este continente, relata Claudia Caterin, encargada de la producción.
Transe Express propuso, en los años 90 del siglo pasado, una alternativa a los tradicionales fuegos artificiales al inventar el arte celeste, inspirándose en el escultor Alexander Calder.
Los campaneros malditos que están sostenidos en el estructura interactúan con el público y llega un momento en que se unen melódicamente para dar paso a un instante celestial.
Los espectáculos de la agrupación francesa colman las calles de una forma para representar un momento determinado de la vida y exploran diversos lugares para integrar su propuesta a la cotidianidad y al movimiento común de las personas.
Transe Express tiene cuatro espectáculos: El evento cielo; Emoción vertical; Móvil oblicuo y bucólico, y Malditos campaneros, que se ha presentado en Europa y América Latina.
El espectáculo de la compañía francesa Transe Express se presenta este sábado y domingo, a las 22 horas, en Pastitos, dentro de la edición 38 del Festival Internacional Cervantino.