Moscú, 19 de octubre. Un comando suicida –formado por tres o cuatro atacantes, según diversas fuentes– penetró este martes en el Parlamento de Chechenia, una fortaleza con varios cordones de seguridad en el interior de la ciudad de Grozny. Al volarse los asaltantes, murieron tres personas más y 17 resultaron heridas.

Sobre las 8:45 de la mañana, cuando los diputados llegaban a la sede parlamentaria en automóviles, el primer atacante se inmoló junto a la entrada, dejando el paso libre a los otros tres.

En medio de la confusión, se produjo una balacera durante al menos media hora hasta que los asaltantes, bloqueados y en inferioridad númerica, optaron por activar las cargas explosivas que llevaba cada uno.

Dos policías y un civil murieron. Los heridos hospitalizados en Grozny son seis policías y 11 civiles. El edificio sufrió severos daños, y en varios pisos se cayeron los cristales.

Por la naturaleza del ataque, parece una misión atribuible al entorno político de Hussein Gakayev, quien hace poco se autoproclamó jefe de un Comité Estatal de Defensa-Shura Majlis y, de modo ostensible, dejó de subordinarse a Doku Umarov, el líder de los separatistas chechenos.

Lo ocurrido hoy en Grozny es un intento de los nuevos responsables de las bandas clandestinas de demostrar que son más efectivos que Doku Umarov, señaló Aleksandr Troshin, experto en la región y actual vicepresidente del Consejo de la Federación o Cámara alta del Parlamento ruso.

No pasó inadvertido que el ataque tuvo lugar el mismo día que tenía previsto visitar la capital chechena el ministro del Interior de Rusia, Rashid Nurgaliyev.

Para Nurgalíev, el asalto al Parlamento constituye un hecho atípico para la Chechenia de hoy, donde la situación, según él, es estable y segura.

Aseguró también que el Ministerio del Interior en Chechenia cuenta con un núcleo organizado de profesionales capacitados para garantizar la seguridad y el orden público y velar por la vida e integridad de los ciudadanos.

Por su parte, la titular de la diplomacia de la Unión Europea, la británica Catherine Ashton, declaró a los medios estar consternada por el ataque.

Ninguna circunstancia puede justificar la utilización de la violencia terrorista, apuntó en un comunicado de prensa.

De acuerdo con el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, la violencia y el asesinato en cualesquier circunstancia no pueden ser aceptados como una forma de protesta.

Buzek señaló su preocupación por la violencia creciente, la atmósfera de impunidad reinante, la anarquía y la inestabilidad en la región del Cáucaso.