Burócratas sin trayectoria inundan el sistema, denuncian científicos
Rechaza el Conacyt dar información curricular sobre los receptores de las becas
Lunes 18 de octubre de 2010, p. 43
Por un sistema amañado
y pervertido
en los mecanismos de evaluación, así como por insuficiencia de recursos económicos, 324 miembros de alto nivel de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM), Autónoma Metropolitana (UAM), Autónoma Chapingo (UACh) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) serán echados
del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en enero próximo, según las listas preliminares elaboradas por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
En contraparte, en cinco años, han aparecido como miembros del SNI un número similar de personas sin grados de maestría y doctorado, en una especie de enroque de investigadores por burócratas
, denunciaron científicos que por separado han cruzado datos e información sobre la asfixia presupuestal
del Conacyt, y el tráfico de influencias
que se da en la incorporación, permanencia y ascenso en el SNI.
Además, hay una notoria falta de transparencia de este sistema, que por medio de la resolución XIII/EXT/206/09-01 del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) negó datos referentes al número de expulsados del SNI, por categoría, desde 1984 –fecha de su creación– hasta 2009. El argumento esgrimido fue la inexistencia parcial de la información
, según la resolución cuya copia posee La Jornada.
Aunado a esto, el Conacyt retiró de su página web la lista completa de los miembros del SNI, que incluía área de conocimiento, grado académico, categoría del investigador e institución a la que pertenece. El listado sólo apareció por un lapso a principios de 2010.
De una revisión de varios investigadores que pudieron bajar estos archivos, se desprende que 180 personas aparecen como licenciados o ingenieros, lo cual los ubica fuera del reglamento; carecen de maestría o doctorado, y tampoco se especifica si pertenecen al SNI por su experiencia. Hay 227 casos, que en la institución a la que pertenecen tienen la anotación no especificado
, y su correo electrónico ni siquiera es el institucional, lo cual genera dudas sobre la veracidad del padrón.
Para el IPN, el proceso de evaluación 2010 representará la pérdida de más de 35 miembros que poseían el nivel 1 y que tienen muchos años de experiencia en ciencia –estos investigadores son el 50 por ciento de los politécnicos que este año pidieron la renovación de su membresía en ese nivel– y a partir de 2011 quedarán fuera del SNI. En tanto, varios profesores nivel 2 fueron descendidos a la categoría de nivel 1.
Éste es el ejemplo de lo que vive el IPN, pero lo mismo ocurre con científicos de alto nivel, autores de libros, patentes, innovaciones y estudios de alto impacto, de las instituciones públicas de educación superior más reconocidas del país. En total son 324 investigadores, según las listas de la depuración forzada
del Conacyt.
Desde el congreso nacional del SNI, realizado en Querétaro en mayo pasado, un grupo importante de integrantes propuso que el Conacyt hiciera público el currículo de todos los investigadores miembros del sistema, incluso para entrar en contacto profesional. La propuesta fue rechazada por el ente, sin discusión.
Desde la perspectiva de quienes plantearon la propuesta, el rechazo oficial se debió a que una auditoría social del padrón demostraría que hay personas catalogadas como investigadores de alto nivel sin tener requerimientos académicos necesarios. El escrutinio público sacaría a la luz casos de personas que nunca han escrito artículos científicos internacionales y que, sin embargo, están en el nivel 3, el más alto, mientras otros con amplio reconocimiento son rechazados por evaluadores. Por ejemplo, el premio Nobel de Química Mario Molina, por absurdo que parezca, no pertenece al SNI.
De hecho, se ha denunciado en múltiples ocasiones, que el sistema de evaluación para ingresar, permanecer o ascender en el SNI se ha pervertido. Los apoyos económicos van de 9 mil a 18 mil pesos mensuales, según la categoría
Investigadores que han sido parte del comité evaluador, han reconocido en privado que de manera cotidiana se ven presionados
para admitir la línea
dictada por funcionarios del Conacyt en cuanto a decidir la aceptación de algunos investigadores al SNI.