Directivos de Mexicana de Aviación mantienen una campaña de terror entre los empleados de confianza, con la intención de que abandonen sus puestos y logren así mejores condiciones de liquidación, afirmaron trabajadores. Explicaron que en dos ocasiones les han pedido que entreguen credenciales, soliciten permisos sin goce de suelo y no se presenten a laborar.

Los denunciantes –quienes solicitaron no mencionar sus nombres ante el conflicto que enfrentan– detallaron que los directivos argumentan que los empleados se defenderán de manera colectiva y tienen el aval de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

Aseguraron que los obligan a firmar documentos en los que liberan a la empresa de toda responsabilidad laboral, e incluso han sido llamados a no presentarse más a trabajar, pero sin garantías de que no habrá acciones en su contra y de que se resguardarán sus derechos laborales.

Personal de las áreas de operaciones, aeropuerto, servicios a bordo, y administrativo de Mexicana de Aviación, así como parte de personal de tierra, informaron que desde hace tres semanas directivos de la empresa han ejercido presiones y amenazas para que firmen documentos en los que liberarían a la empresa de toda obligación laboral, y han recurrido a argucias por medio del administrador único, Javier Christlieb, y de la STPS para separarlos de sus cargos y con ello hacer que pierdan sus derechos laborales.

Explicaron que el primer intento ocurrió cuando el ex gerente Arturo Iturriaga, a quien le rescindieron el contrato por haber usado el nombre de Christlieb, convocó a una videoconferencia en la que dijo que se le debía informar al personal que debía ingresar solicitudes de permiso sin goce de sueldo por 60 días y entregar sus credenciales. Incluso se habló de que habría una defensa colectiva avalada por la STPS, lo cual fue desmentido por el propio administrador.

El segundo intento ocurrió el jueves pasado, cuando el gerente de Operaciones Vuelo, Luis Arturo Flores Cedeño, reunió al personal para notificar que la relación laboral con la empresa terminaba ese 14 de octubre, que el viernes 15 sería el último día que podrían entrar a las instalaciones, por lo que debían llevarse todos sus efectos personales, y se mantendrían guardias. Sin embargo, no presentó un documento oficial o algún oficio emitido por la empresa o por una autoridad judicial, que sería lo procedente ya que la compañía se encuentra en concurso mercantil.

Los trabajadores destacaron que el ejecutivo no pudo ofrecer información sobre cuánto tiempo estarían en esas condiciones, si podrían regresar a trabajar o si serían liquidados conforme a la ley, ya que en Mexicana los trabajadores de confianza generan los mismos derechos que los sindicalizados.

Flores Cedeño dijo que la parte positiva de la medida era que no estamos liquidados; sin embargo, los mil 700 trabajadores de confianza y algunos de tierra no tienen garantías.

Durante la tarde del jueves la medida fue cancelada, pero no se notificó de manera generalizada, por lo cual los empleados se pasaron el aviso.

Los denunciantes definen estos hechos como parte de una campaña de terror a la cual han estado sometidos durante los últimos meses, y que se suma a la crisis en la que se encuentra la empresa, la falta de dinero para pagar salarios y la incertidumbre sobre la fuente de empleo.