La carta que el lunes pasado José Ramón Cossío Díaz envió a sus pares del pleno, en la que anunció que no contenderá por la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), generó malestar y críticas de algunos ministros, quienes descalificaron los comentarios de aquél sobre la importancia que supone dirigir el máximo tribunal y respecto de la trascendencia –que él mismo se atribuyó– de colaborar en un futuro cercano en la creación de criterios jurídicos útiles para la sociedad.

Trascendió que el comentario de Cossío de que el presidente de la Corte cumple básicamente funciones burocráticas y administrativas fue mal recibido por sus compañeros, quienes subrayaron que éste tiene un papel fundamental en el desempeño del tribunal constitucional, pues delinea las políticas, conduce el debate y participa en las discusiones del pleno.

Recordaron que el presidente de la Corte participa como uno más en los asuntos del pleno, donde se resuelven los temas más importantes, que son admitidos por el máximo tribunal, aun cuando no toma parte en la elaboración de los proyectos de dictamen.

En cuanto a la expresión de Cossío de que en este momento de la vida nacional me resulta más significativo tratar de colaborar en la creación de criterios jurídicos útiles para hacer frente a los graves problemas institucionales que buscar la presidencia, fuentes judiciales comentaron que esa fue una expresión desafortunada, pues da la impresión de que se considera gran teórico de la Corte.

Es más, indicaron: seguramente Ortiz Mayagoitia no quedó muy contento cuando su tarea fue calificada de protocolaria y burocrática en la misiva referida.

En cambio, en la Corte hubo consenso en que al no competir Cossío por la presidencia se incrementan las posibilidades –hasta el momento– de que Juan N. Silva Meza sea elegido para ese cargo en la sesión del próximo tres de enero.

En tanto, fuentes judiciales confirmaron que el presidente de la Corte, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, envió hace unos días al presidente Felipe Calderón una sugerencia formal para que el nuevo ministro sea un magistrado de circuito en activo.

Señalaron que la lista está conformada por cuatro magistrados hombres y cuatro mujeres propuestos en una sesión privada en la que los integrantes del pleno se refierieron acerca de quienes consideraron que cumplen con los requisitos para ser integrantes de la Corte.

Los funcionarios consultados aclararon que la lista no fue solicitada por Calderón, sino una iniciativa del propio Ortiz Mayagoitia de hacerle llegar al Ejecutivo la opinión consensuada del pleno, en el sentido de que esperan que el sucesor de Gudiño Pelayo sea interno o de casa, así como un magistrado de circuito.

Entre los juzgadores propuestos por la Corte están los magistrados: Adriana Campuzano Gallegos, en materia administrativa, y en materia penal Jorge Pardo Rebolledo y Lilia Mónica López Benítez –quien hace unos meses asumió el cargo de secretaria ejecutiva de la Comisión de Vigilancia del Consejo de la Judicatura Federal–, así como el magistrado unitario Pablo Monroy Gómez.

Por otro lado, la falta de designación del sustituto del ministro recién fallecido (Gudiño Pelayo) motivó que ayer, por segunda semana consecutiva, la primera sala de la Corte no sesionara por falta de quórum, por lo que se prevé que los asuntos pendientes se resolverán el 27 de octubre.