La proyección oficial sobre el monto de los tratamientos que se desvían de la estructura normal de los impuestos federales, es decir, de las deducciones, exenciones, tratamientos diferenciales, tasas reducidas y diferimientos en el pago de impuestos para 2011, ascienden a 466 mil 252 millones de pesos, 7.3 por ciento más que lo estimado para 2010, calcula un informe de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Según esta proyección inercial, que no considera cambios sustantivos en la política tributaria del próximo año, 49.3 por ciento del costo total implicado para el fisco favorece al sector empresarial, el cual entre deducciones, rebajas, exenciones y créditos fiscales pagará 229 mil 680 millones de pesos menos en impuestos durante 2011.

De acuerdo con los cálculos de Hacienda, el aumento nominal en los llamados gastos fiscales en 2011 sería de casi 19 mil millones de pesos, si se mantiene sin cambios la política tributaria seguida durante 2010, como se prevé en la iniciativa de ingresos del año próximo presentada a la Cámara de Diputados. Alrededor de 45 por ciento de esa cantidad corresponde al monto de los esfuerzos fiscales a favor de las empresas.

El resto se diluye en la aplicación de gravámenes indirectos como la tasa cero en el impuesto al valor agregado en alimentos y medicinas; la reducción a 11 por ciento del IVA en la zonas fronterizas del norte, así como en deducciones y exenciones del impuesto sobre la renta (ISR) a favor de las personas físicas.

El informe de la Secretaría de Hacienda señala que las deducciones en el pago de impuestos se otorgan principalmente en el ISR, tanto empresarial como de personas físicas, y permiten disminuir la base gravable.

Un ejemplo de estos gastos fiscales, apunta, es la deducción de donativos, los cuales si bien pueden dar lugar a un beneficio social, parte de dicho beneficio está a cargo del erario, en la medida en que se perciben menos impuestos de parte de quienes realizan los donativos. El gasto fiscal proyectado para 2011 por deducciones es de 25 mil 900 millones de pesos, de los cuales 76 por ciento corresponderán a empresas.

Por el lado no empresarial la Secretaría de Hacienda proyecta un gasto fiscal de 154 mil 609.7 millones de pesos por la aplicación de tasa cero en el IVA a alimentos y medicinas durante el año próximo. Asimismo, un gasto fiscal estimado en 16 mil 931.1 millones por la tasa de 11 por ciento en el IVA en la frontera norte del país.

Dentro de los impuestos negativos, aquellos que en lugar de producir una recaudación dan como resultado un costo fiscal mayor al beneficio recaudatorio que se obtiene, el informe de la Secretaría de Hacienda incluye el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) por la venta de gasolinas y diesel. Por este concepto estima que en 2010 el gasto fiscal será de 67 mil 348.2 millones de pesos y proyecta otro de 54 mil 355.1 millones de pesos para 2011.

Pero aclara que el monto del impuesto negativo por la enajenación de gasolinas y diesel puede variar considerablemente, toda vez que éste depende de los precios internacionales de estos productos, que a su vez dependen del precio del petróleo crudo.