La Unión Europea espera compromisos concretos de la Conferencia sobre Cambio Climático de Cancún, en temas como transferencia de tecnología, financiamiento internacional, medidas de mitigación y adaptación a las nuevas condiciones ambientales, procesos de monitoreo-reporte y verificación, mercados de carbono y acciones para prevenir la deforestación, dijo ayer la delegada de esa organización en México, Marie-Anne Coninsx.

En conferencia de prensa, donde estuvo acompañada por Isaac Valero-Ladrón, asesor para cambio climático de la delegación europea, resaltó que estos aspectos son importantes no solamente para los países industrializados, sino también para las naciones en desarrollo.

Aunque fuentes cercanas a la negociación de la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP16) han descartado que en Cancún se logre hacer vinculantes los acuerdos de Copenhague en materia de reducción de emisiones, la Unión Europea promoverá que dichos compromisos sean retomados en México y se hagan obligatorios en la medida de lo posible. También se buscará que los países sean más claros en sus líneas base, esto es, la referencia a partir de la cual disminuirán la producción de gases de efecto invernadero.

Al referirse a las negociaciones en los seis campos citados, Valero-Ladrón destacó que se ha avanzado más en financiamiento y en acciones para prevenir la deforestación.

De igual manera consideró que China y Estados Unidos constituyen un desafío para obtener buenos resultados en Cancún, pues se trata de actores clave, que juntos emiten 40 por ciento de los gases de efecto invernadero en todo el mundo. En este contexto dijo que es fundamental que los dos países asuman sus responsabilidades de manera activa y vinculante.

El especialista explicó que existen en la conferencia marco de Naciones Unidas dos líneas de negociación: en una se encuentran los estados que han ratificado el protocolo de Kyoto, y en otra, denominada acción cooperativa de largo plazo, se incluye a todas las naciones. La primera avanza más que la segunda, y deberían caminar en igualdad para no generar desequilibrios que obstaculice un resultado único, que es lo que quiere la Unión Europea. No queremos una atomización de acuerdos o una polarización.

Resaltó que la línea del protocolo de Kyoto cubre 30 por ciento de las emisiones globales, mientras la otra alcanza 70 por ciento.

Por último expuso que en la reunión de Cancún está en juego la credibilidad del sistema de naciones unidas, pues existe el peligro de que se pierda confianza en la eficiencia del multilateralismo para llegar a acuerdos globales.