Debido a los bajos salarios y pocas oportunidades en empresas, muchos jóvenes optaron por autoemplearse en el comercio informal, a fin de obtener ingresos y aportar a la economía familiar. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los jóvenes representan 53 por ciento de la población desocupada y cuatro de cada 10 que tienen trabajo perciben menos de dos salarios mínimos.

Antonio tiene 25 años y forma parte de esas cifras: está por concluir la preparatoria abierta y para sostener sus estudios por las tardes vende ropa en las inmediaciones de Ciudad Universitaria, ya que hace algunos meses se quedó sin trabajo, al cual dedicaba más de ocho horas por un salario de 2 mil 600 pesos mensuales.Con ese sueldo, en un futuro, no me alcanzaría para sostener una familia.

De acuerdo con cifras oficiales, de los 2 millones 458 mil personas desocupadas, 53 por ciento corresponde a este sector de la población, mientras 5.7 millones que tienen empleo perciben de uno a dos salarios mínimos.

José García, egresado de la carrera de ingeniería industrial, dijo que tiene empleo pero no es bien pagado, además, carece de prestaciones; eso lo impulsó para que en su tiempo libre fabrique mochilas que comercializa en los tianguis del oriente de la ciudad.

La experiencia laboral es otro obstáculo que enfrentan los jóvenes cuando solicitan empleo, así lo señala Claudia Rosales, estudiante de la carrera de química en alimentos. “Si no cumples con este requerimiento, te dan la espalda. Es incoherente que nos hagan esto.

Es lamentable que muchos jóvenes que terminamos la universidad seamos ignorados por las empresas, quienes te cierren las puertas porque te piden mínimo dos o tres años de experiencia, e indicó que por el momento para sostenerme vendo varios artículos entre familiares y amigos.

Marisela, recién egresada y quien se encontraba en un café Internet, dijo que lleva varios meses buscando trabajo. He ido a varias ferias del empleo, pero no he tenido suerte. Por eso decidió mandar cientos de correos a sus contactos para decirles que está desempleada; desde mayo terminé la carrera y no he podido encontrar trabajo; estudié administración de empresas y mi título está en trámite, y como no tengo experiencia no me contratan, explicó.

Las redes sociales han sido otra opción para que jóvenes de diferentes estados del país difundan entre sus comunidades que solicitan empleo. En Twitter, por ejemplo, es común leer mensajes como: “Busco trabajo en Querétaro, área de comercio exterior, si alguien sabe algo diganmeee!! es para un hombre! con inglés de 90% y titulado; busco trabajo!!!; diseñador desempleado busca trabajo con urgencia, si saben de algo contáctenme.

Asimismo, una joven de Cuernavaca escribió en su cuenta de Twitter que es licenciada en administración de empresas turísticas, habla inglés y realizó prácticas en España, pero no lograr encontrar empleo.