No tiene caso retirar escombros de Kolontar; imposible, volver a vivir ahí: primer ministro
Trabajadores arrojan yeso en la confluencia de los ríos Marcal y Raba para neutralizar la alcalinidad
Viernes 8 de octubre de 2010, p. 25
Budapest, 7 de octubre. El vertido de lodo tóxico ocurrido en Hungría llegó hoy al río Danubio a través de uno de sus afluentes, el Raba, a la altura de la localidad de Gyor, a unos 120 kilómetros de Budapest, anunciaron las autoridades del país.
El barro rojo llegó primero al río Marcal, afluente del Raba, que a su vez vierte sus aguas en el Danubio, por lo que los científicos se están concentrando en contener la marea tóxica entre el Marcal y el Raba con la idea de que llegue la menor cantidad de residuos al Danubio.
En el punto en el que confluyen el Marcal y el Raba, los equipos de limpieza vierten yeso al agua para neutralizar los elevados niveles de alcalinidad de las aguas, que suponen una grave amenaza para los seres vivos.
Los niveles de ph –que miden la acidez o alcalinidad de las aguas– en la confluencia de ambos ríos han subido hasta 9.3 puntos, informó el vocero del Servicio de Desastres, Tibor Dobson. La escala de ph se establece entre 0 y 14 puntos, siendo el valor neutro de 7 el más adecuado para la vida. Por arriba de 7 el agua es alcalina.
Por el momento, no se han encontrado signos de daños naturales en el Danubio. En cambio, en el río Marcal murieron todos los peces de la zona afectada por la avalancha tóxica.
El servicio de Protección Civil húngaro aseguró que la masa tóxica aún no ha afectado las reservas acuíferas del subsuelo en las zonas anegadas y aseguró que la muerte de peces se limita al río Marcal.
Los ecologistas esperan consecuencias de largo plazo. Según dijeron, todavía es difícil determinar la verdadera dimensión de la catástrofe, ya que aún no se conoce la composición química del lodo ni su contenido enmetales pesados.
Para constatar los daños, el primer ministro, Viktor Orban, visitó este jueves la localidad de Kolontar, una de las poblaciones contaminadas con lodo. Después de observar el panorama dijo que no tiene sentido retirar escombros del pueblo porque resultaría imposible volver a vivir ahí. Es una catástrofe sin precedentes en Hungría
, agregó. Un error humano fue la más probable causa. El muro del depósito de bauxita no se desintegró en un minuto y debió haberse detectado
.