Reprueban que no se estimule el mercado interno y que se aumente el gasto corriente
Viernes 8 de octubre de 2010, p. 33
El proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2011, enviado por el Ejecutivo al Congreso, es recesivo, austero, agudiza las desigualdades y profundiza el crecimiento mediocre, además de que continúa con la vulnerabilidad de las finanzas públicas por la gran dependencia de los ingresos petroleros y mantiene el crecimiento fincado en endeudamiento, aseguraron académicas del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM.
Verónica Villarespe Reyes, directora del IIE, aseguró que el proyecto de presupuesto 2011, por su contenido y orientación, no estimula la recuperación económica, además de no proponer ninguna acción que retome como eje fundamental el fortalecimiento del mercado interno. Dijo que representa políticas económicas continuistas que han dado como resultado un mediocre crecimiento, ya que no sientan las bases para una recuperación sólida y sostenida.
Genoveva Roldan Dávila, integrante del IIE, consideró que el presupuesto es recesivo y austero pero no en el gasto corriente, el cual aumenta. El gasto corriente representa 76.6 por ciento del total para 2011, pero no genera crecimiento porque va a sueldos, contrataciones, salarios y todo lo que es la infraestructura de apoyo para el Poder Ejecutivo. En este caso aumenta 2.1 por ciento.
El crecimiento se prevé para la Secretaría de Gobernación, que registra un incremento de 78 por ciento en su presupuesto; la Secretaría de la Defensa, con 10; la Secretaría de Marina, con 5.9 por ciento. Esto obedece a la política de seguridad y, a pesar de los fracasos permanentes para solucionar el problema, se refuerza de manera sustancial a este sector.
Sarahí Ángeles Cornejo, otra de las investigadoras del IIE, destacó que la iniciativa de Ley de Ingresos no sólo mantiene la política fiscal petrolizada, sino la aumenta. Los ingresos petroleros para 2011 serán de 993 mil 253.6 millones de pesos. Esta cifra supera en 19 mil 226 millones de pesos a los recibidos en 2010.
Los ingresos provenientes del sector petrolero y energético en general subirán y nutrirán las finanzas públicas a partir de mantener los aumentos a la gasolina, los petrolíferos, la electricidad, el gas LP y natural y a las tarifas eléctricas, con el propósito de igualarlos con los que rigen en Estados Unidos, sin considerar que los sueldos y salarios en ese país son varias veces mayores.
Indicó que en su afán de obtener mayores ingresos provenientes del petróleo, el gobierno también envió una propuesta de decreto para hacer extensivo el régimen fiscal petrolero para aguas profundas y del Paleocanal de Chicontepec (donde no se han logrado las metas de exploración y producción pese a los cuantiosos recursos invertidos), y a los yacimientos marginales y abandonados, para obtener mayores derechos por su explotación cuando superen determinado nivel.
Ángeles Cornejo afirmó que a la vuelta de los años el debilitamiento progresivo de la industria petrolera nacionalizada, de la industria eléctrica y gasífera, sometidas a la intensificación de esta política fiscal del Estado, en el contexto de la aplicación de la reforma neoliberal privatizadora, ha generado un círculo vicioso con efectos recesivos.
Josefina Morales Ramírez indicó que México no debe temer al déficit ni al endeudamiento si “se manejan de manera responsable, se usan productivamente y no para el gasto corriente o el pago de la deuda.
El problema es que el gobierno continúa con su endeudamiento para restructurar y pagar deuda no para impulsar proyectos productivos.
Es fundamental impulsar una reforma fiscal, acompañada de una restructuración en la vigilancia de los recursos públicos, porque México es un país con altos niveles de corrupción. Propuso impulsar el llamado impuesto Tobin al sector financiero especulativo y lograr una recaudación eficiente, porque la ineficiencia del sistema recaudatorio es muy grande
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