La alianza tras bambalinas
Allanar el camino al PRI, propósito
De Edomex a Los Pinos
n la prestidigitación lo que se pretende es engañar con una supuesta verdad, es decir, lo que te enseñan es lo que no puedes encontrar. Eso es lo que parece el discurso del chuchismo-camachismo siempre que habla de la oposición de Andrés Manuel López Obrador, y de muy buena parte del PRD, a las alianzas.
El engaño consiste en hacer creer que si no hay alianzas, principalmente en el estado de México, el PRI regresará al poder, y el hasta ahora principal partido de las izquierdas en el país se dividirá. En fin, todo un desastre causado por la necedad de López Obrador de oponerse a las alianzas salvadoras. No lograr el cochupo, reza la izquierda del oportunismo, significa dejar el camino libre al gel boy hacia la Presidencia de la República.
Pero ¿es posible confiar en el dicho de los azules, o de Jesús Ortega y su comparsa? Es muy posible que mucha gente pueda apoyar el dicho de estos ¿políticos?, porque para muchos resulta lógico su discurso, pero ¿qué es lo que se oculta detrás de la propuesta de las alianzas?
Por lo pronto habría que decir que la conjunción, la mescolanza aún no tiene candidato, y por ningún lado se ve al engendro de tal unión. Del lado de los panistas se barajan los nombres de siempre, y por los amarillos, fuera de Alejandro Encinas, que no parece la mejor opción, no hay más. La caballada está muerta. Además Encinas dijo no a las alianzas con el PAN, aunque viniendo de ese personaje, nada es seguro.
Total, debemos suponer que sólo con el membrete PAN-PRD se van a ganar las elecciones. Si se mira con objetividad, ya sería hora de que cualquiera que pretenda la candidatura hubiera sacado la cabeza. Pero no. Es más, para hacer más sospechosa la actividad de la unión, basta con pensar que hasta este momento ni siquiera hay pleito entre los que quisieran ser, cuando de lo que se trata es de uno de los estados de la República de mayor importancia.
Mientras, los priístas ya tienen cuando menos a dos, listos para ir a la contienda, y el mismo gel boy es quien se encarga de placearlos. Como quien dice, están en campaña. Van y vienen en compañía del gobernador, que no pierde acto ni momento para mostrarse y para mostralos. Para el candidato de Televisa hacer que llegue uno de su confianza es asunto del mayor interés.
Entonces, si las cosas van así, y mirando de cerca a los personajes de las alianzas, no resulta desatinado pensar que, en contra de lo que pregonan, los aliancistas sí corren del lado del PRI y pretenden dejarlo en la mejor posición posible para la contienda presidencial. ¿A qué nos referimos? Bueno, azules y amarillos parecen estar trabajando una derrota que debilite hasta donde sea posible a la oposición.
Ni el PAN ni el PRD parecen estar trabajando con la población, fuera de las clientelas domeñadas. No se sabe con certeza del trabajo de los partidos, de ese trabajo que siempre se hace y que, se dice, está de acuerdo con la ley. Es decir, del proselitismo que tienen que ver con crear conciencia entre la población por las bondades que supuestamente tendría una alternancia, que no cambio, en el signo político que maneja la entidad.
En Acción Nacional se sabe que el partido está desfondado, que después de Fox ya no tenía nada que ofrecer a la población, y sólo mediante el fraude sigue en el poder. Pero eso parece ahora irrepetible, por lo que están dispuestos a regresar el poder al PRI, que tan mañosamente se los entregó.
Así, hacer creer que tienen fuerza es sólo la fachada para hacer que el gel boy corra hacia Los Pinos sin mayor preocupación. Hay quienes aseguran que se prepara el fracaso para que más tarde quienes tienen que decirlo aseguren que nadie para a Peña Nieto, ni siquera la alianza.
De eso todos sabemos que azules y amarillos son capaces. Por eso hay que tener cuidado con lo que pase en adelante, para que no le digan y no le cuenten.
De pasadita
Así que el delegado gansito de Cuajimalpa, que llegó a la jefatura delegaciones apoyado por la principal empresa engordadora de niños en México: Bimbo, del panista Lorenzo Servitje, sí sabía de la inviabilidad del proyecto de Metrobús para Santa Fe, y pide entonces alternativas de transporte para aquella parte de la ciudad. Total, puras trampas de los azules.