La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señaló la urgencia de reformar el sistema tributario en los países de la región ante la alta evasión y exenciones fiscales. Estos factores, subraya, ubican a la zona como más desigual y con una tasa tributaria promedio de apenas 18 por ciento, menos de la mitad de lo que recauda la mayoría de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En el informe La hora de la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir, el organismo sostiene que países como México tienen margen para aumentar gravámenes directos como el impuesto sobre la renta (ISR) y no depender tanto de impuestos indirectos como el del valor agregado (IVA).

América Latina y el Caribe no sólo recaudan poco, sino que además recaudan mal: menos de un tercio de la recaudación corresponde a impuestos directos, mientras el grueso de la carga recae en impuestos al consumo y otros impuestos indirectos.

Hay disparidades significativas en materia del impuesto sobre la renta: 0.9 puntos del producto interno bruto (PIB) en América Latina en comparación con casi nueve puntos del PIB en la OCDE. Por eso, no es sorprendente que la distribución del ingreso sea más inequitativa.

Durante la presentación del informe en Madrid, España, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, destacó la importancia de promover un pacto fiscal con efecto redistributivo, ya que, sostuvo, la tributación es clave para otorgar a los estados la capacidad de financiar políticas orientadas a disminuir las brechas sociales.

El documento presentado por Bárcena detalla que de 20 países analizados, México es el que menores recursos tributarios capta en relación con el PIB, pues en 2008 recaudó sólo 9.4 por ciento (incluidas las contribuciones al Seguro Social, sin tomar en cuenta los ingresos petroleros).

El nivel de recaudación de México es incluso menor que el de Haití, que el año pasado captó 9.5 por ciento de ingresos tributarios. Así, México se encuentra lejos del nivel recaudatorio de países como Brasil, 35.5 por ciento de recaudación; Argentina, 30.6; Cuba 25.2; Uruguay, 23.3; Costa Rica, 23.1, y Bolivia, 21.7 por ciento, entre otros.

Dado que el impuesto a la renta personal es el más progresivo de los impuestos, es posible inferir que la estructura tributaria de los países latinoamericanos es más regresiva que la correspondiente a las economías desarrolladas, lo que afecta negativamente la distribución del ingreso y constituye uno de los factores que hacen de América Latina y el Caribe una de las regiones más desiguales del planeta.

La Cepal señala que la escasa recaudación directa en la región obedece fundamentalmente a dos razones básicas: la estrecha base imponible y los altos niveles de incumplimiento. Ambas son también consecuencia del trato preferencial y de las lagunas tributarias características de nuestros sistemas impositivos, que dan lugar a gastos tributarios de considerable magnitud. En el caso del impuesto sobre la renta, en la gran mayoría de los países se da un trato preferencial a las rentas de capital mediante una serie de exenciones o tratamientos especiales para colocaciones financieras, intereses de títulos públicos, beneficios de fondos de inversión, ganancias de capital en bienes inmuebles y acciones.

En este contexto, no sólo dejan de cumplirse los requisitos básicos de equidad, esto es, que las personas con la misma capacidad de pago paguen el mismo monto por concepto de impuestos (equidad horizontal) y que aquellas cuya capacidad es mayor paguen proporcionalmente un monto más elevado (equidad vertical), sino además se generan distorsiones económicas en la asignación de recursos que atentan contra la eficiencia global de la economía y deterioran la competitividad internacional.

Grave evasión fiscal

Finalmente, además de la estructura regresiva de la carga tributaria, la región enfrenta serios problemas de evasión fiscal. De acuerdo con diversos estudios realizados por la Cepal, las tasas de evasión en el pago del impuesto sobre la renta son muy elevadas y varían entre 40 y 65 por ciento aproximadamente, lo que representa una brecha de 4.6 por ciento del PIB para el promedio de los países. Estos altos niveles de evasión atentan contra el efecto redistributivo del impuesto a la renta.

El informe de la Cepal advierte que el nivel de pobreza y la distribución del ingreso no mejorarán significativa y sostenidamente en América Latina y el Caribe si no se adoptan políticas fiscales activas que incidan en la eficiencia y el potencial distributivo de los mercados.

La secretaria de la Cepal hizo la presentación del documento ante la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes; la secretaria del Estado español de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, y el ex presidente del Parlamento Europeo (PE), Jospe Borrell, entre otros representantes de diversos países. Allí cuestionó: no sé por qué ustedes han puesto en el banquillo de los acusados el estado de bienestar, cuando debería estar allí el mercado desregulado. Hay urgencia de una nueva arquitectura multilateral, afirmó.

Con información de Notimex