La Habana. El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, aseguró ayer aquí que no abogará por los ciudadanos de su país presos por terrorismo en Cuba, un tema que no tocó en la conversación que mantuvo en la víspera con su colega Raúl Castro. Nosotros no tenemos por qué abogar por alguien que ha confesado los delitos que ha cometido. No ha sido tema de agenda y por lo tanto no ha sido una de las prioridades abordadas con el presidente Raúl Castro, afirmó a la prensa durante una visita a la Escuela Latinoamericana de Medicina, en las afueras de la capital cubana. El mandatario salvadoreño hizo referencia a que uno de los presos, Ernesto Cruz León, provocó la muerte de un ciudadano italiano y puso en riesgo al pueblo cubano, mientras que Francisco Chávez Abarca, detenido el primero de julio en Caracas y deportado pocos días después a La Habana, es un reo confeso. Ha confesado cuál era su propósito y cómo pretendía atentar contra el sistema político y contra las elecciones en Venezuela, afirmó el mandatario. Cruz León y Otto Rodríguez fueron condenados a muerte por terrorismo por su participación en atentados contra instalaciones turísticas cubanas a finales de los años 90, aunque su pena todavía no se ejecutó, mientras que Chávez está aún a la espera de juicio.