Piden evitar ganancias de trasnacionales con energías limpias
Martes 5 de octubre de 2010, p. 38
México aumentó la colaboración con Brasil para el desarrollo de biocombustibles, lo que ayudará a reducir costos en la generación de conocimientos e investigación, dijo Alfredo Zamarripa Colmenero, coordinador de la Red Nacional de Investigaciones en Bioenergéticos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).
El biodiesel es una fuente renovable de energía, biodegradable, no tóxica, y puede utilizarse directamente o mezclando combustibles convencionales, explicó durante un recorrido que realizaron especialistas de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) por el campo experimental Rosario Izapa, en Tapachula, Chiapas.
En un comunicado, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) asentó que el INIFAP realiza experimentos con piñón mexicano, caña de azúcar, remolacha azucarera, sorgo dulce e higuerilla para la elaboración de biodiesel y bioetanol. En el campo experimental de Izapa está el banco de germoplasma de la jatropha curcas –también conocido como piñón mexicano–, que cuenta con más de 400 especies.
La jatropha curcas rinde dos toneladas de aceite por hectárea, ofrece alto rendimiento en lípidos, y la harina que se obtiene de la extracción del aceite puede utilizarse como alimento para animales de granja. El campo experimental cuenta con el primer laboratorio de biodiesel en el país, donde se pueden producir 50 litros al día.
En tanto, la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas hizo un llamado para evitar que la generación de energías limpias se convierta en un negocio que beneficie a las trasnacionales. No estamos de acuerdo en que las empresas multinacionales vean en la crisis climática una oportunidad más de incrementar sus ganancias, a costillas de nosotros y de la viabilidad del planeta.
Por su parte, Greenpeace, en el estudio Hagamos la revolución energética, asegura que de aprovecharse adecuadamente las energías eólica, solar, y otras renovables en el país, en 2050, éstas pueden cubrir 86 por ciento de las necesidades eléctricas.
De continuar con la actual política energética de uso de combustibles fósiles, México incrementará a 123 millones de toneladas en 2024 sus emisiones de carbono, con lo cual será imposible cumplir el compromiso de reducirlas en 18 millones de toneladas.