El contralor general del Distrito Federal, Ricardo García Sainz, reconoció ayer que el gobierno capitalino no ha sido tan eficiente para dar de baja a aquellas personas de la tercera edad que ya murieron, pero se sigue cobrando su apoyo económico, así como a los jóvenes que desertaron del nivel bachillerato, pero que también continúan recibiendo el dinero del programa Prepa Sí.

Al reunirse con los diputados que integran la Comisión de Vigilancia y Evaluación de Políticas y Programas Sociales de la Asamblea Legislativa, el García Sainz detalló que la Contraloría trabaja en la depuración del padrón de beneficiarios para revertir esa situación, pues por ahí “se va parte de los recursos públicos que se asignan a ese tipo de esquemas de apoyo.

Sería absurdo, no ético, sería faltar a la verdad, decir que estamos satisfechos de esos padrones. Todo lo contrario, están en consolidación y trabajamos para lograr un padrón único. Tenemos comprometida toda la tarea de esta institución en la depuración de los padrones, remarcó.

El objetivo de la reunión de los diputados con el funcionario capitalino fue conocer la situación de los programas sociales que impulsa la administración capitalina. Durante su exposición, Ricardo García Sainz afirmó que para que un programa de ese tipo no sea arbitrario o clientelar debe tener la característica de la generalidad, y es en lo que están enfocados.

Entrevistado posteriormente, el titular de la Contraloría precisó que todavía hay desviaciones en algunos de esos esquemas de apoyo, y justificó que el número de beneficiarios en esta ciudad llega a los 5.5 millones de personas.

García Sainz subrayó que ese número de personas a cubrir obliga a crear un mecanismo de relojería cada vez más eficaz, y que se han tenido avances importantes en la elaboración del padrón único, lo que ayudará a terminar con esas desviaciones, si se quiere pequeñas, pero desviaciones.

Detalló que han encontrado casos en los que las direcciones de los beneficiarios no coinciden, personas que no existen, registros de entrega de beneficios sin haber cumplido todos los requisitos, pero con la tarea que se realiza en depurar esas bases creemos que ya no habrá grandes variaciones y hacemos el esfuerzos para que este porcentaje de desviación, con toda la complejidad que tiene el revisar millones y millones de acciones anuales, lo podamos ir reduciendo.