Hasta el año de 2008, alrededor de 17.5 por ciento de la población enfrentaba carencias en la calidad y espacios de vivienda. Aún 18.6 millones de personas viven en cuartos con pisos de tierra, techos de cartón y en hacinamiento –2.5 personas por habitación–, indica el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en el contexto del Día Mundial del Hábitat, que se celebra este lunes.

Con base en datos de la Medición Multidimensional de la Pobreza en México, el Coneval reportó que 18.9 por ciento –20.1 millones de personas– tenían carencias por acceso a los servicios básicos en la vivienda. El 8.3 por ciento de los mexicanos –8.8 millones– sufrían las dos carencias.

Precisó que hasta hace dos años los estados con mayor porcentaje de personas con carencia en la calidad y espacios de la vivienda eran Guerrero, con 44.3; por ciento, Oaxaca, con 38.3, y Chiapas con 38.2. En tanto, del total de personas con carencia en calidad y espacios en la vivienda, 46.9 por ciento se concentraban en Veracruz, México, Chiapas, Guerrero y Oaxaca.

En cuanto a la carencia de servicios básicos de la vivienda, los estados con más rezago eran Oaxaca, con 48.5 por ciento; Guerrero, 45.5, y Chiapas, con 36.3. Del total de personas con carencia en el acceso a los servicios básicos de la vivienda, 54.2 por ciento estaban en Veracruz, México, Puebla, Oaxaca y Chiapas.

De acuerdo con la metodología oficial para la medición de la pobreza en México, se considera como población en situación de carencia por calidad y espacios de la vivienda a las personas cuyas habitaciones tengan pisos de tierra, el techo de éstas sea de lámina de cartón o desechos; el material de los muros, de embarro o bajareque, de carrizo, bambú o palma, de lámina de cartón, metálica o asbesto, material de desecho, o bien si habitan en hacinamiento, es decir, más de 2.5 personas en un cuarto.

La población que sufre carencia de servicios básicos en la vivienda son las que obtienen agua de un pozo, río, lago, arroyo, pipa; o bien, el agua entubada la obtienen por acarreo de otra vivienda, o de la llave pública o hidrante; carecen de servicio de drenaje, o el desagüe tiene conexión a una tubería que va a dar a un río, lago, mar, barranca o grieta, o no disponen de energía eléctrica.

El Coneval precisó que entre 2000 y 2008 el porcentaje de hogares en viviendas con piso de tierra pasó de 9.7 por ciento a 6.1; en la población de menores ingresos pasó de 33.3 por ciento a 18.9.

En tanto, el porcentaje de hogares en viviendas sin energía eléctrica a nivel nacional disminuyó de 2.0 por ciento a 1.1.