Chang’e 2 es la segunda fase del proyecto que busca llevar taikonautas al satélite terrestre
El lanzamiento también celebró el 61 aniversario de la fundación de la república asiática
Recabará datos para la misión siguiente, prevista en 2013, que incluirá el alunizaje de un robot
Sábado 2 de octubre de 2010, p. 2
Pekín, 1º de octubre. China lanzó este viernes, día de su fiesta nacional, su segunda sonda, Chang’e-2, una de las etapas de su ambicioso programa para enviar hombres a la Luna hacia 2020 y consolidarse como potencia espacial.
La sonda, lanzada por un cohete Larga Marcha 3C, despegó como estaba previsto: tres segundos antes de las 19H00 (11H00 GMT) de la base de Xichang.
La televisión mostró el cohete en su rampa de lanzamiento poco antes de la salida, pero no el momento del despegue. Después difundió durante algunos segundos imágenes del cohete elevándose hacia el cielo desde la base espacial.
Simbólicamente, el disparo se hizo coincidir con el día conmemorativo del 61 aniversario de la fundación de la República Popular de China por Mao Tse-tung, en 1949.
Para no perderse el acto, algunos espectadores pagaron 118 dólares por un lugar en una tribuna situada a 2.5 kilómetros de la rampa de lanzamiento, según una empleada de la base espacial de Xichang.
Media hora después del lanzamiento, Chang’e 2, nombre de una diosa que, según el mito voló hacia la Luna, llegó a su órbita para posicionarse dentro de unos cinco días a un centenar de kilómetros del satélite natural de la Tierra.
Luego se reducirá su órbita a 15 kilómetros, lo cual permitirá recabar datos más precisos que los de su predecesora, Chang’e 1, sobre la zona destinada a la misión siguiente, la Chang’e 3.
Prevista en 2012 o 2013, la misión Chang’e 3, incluirá el aterrizaje en la Luna de un robot encargado de analizar muestras.
En la fase siguiente, en torno a 2017, los chinos intentarán traer a la Tierra muestras de rocas como paso previo para enviar hombres a la Luna hacia 2020.
Lanzada en octubre de 2007, Chang’e 1 fue sacada de órbita en marzo de 2009, tras haber cumplido su misión, y se estrelló sobre la superficie de la Luna.
China lanzó en 1992 su programa de vuelo tripulado, y en 2003 se convirtió en el tercer país, después de Estados Unidos y Rusia, en enviar un hombre al espacio.
En septiembre de 2008, Pekín se afianzó aún más cuando tres taikonautas
, nombre chino de los cosmonautas, realizaron una salida al espacio durante la misión Shenzhou VII.
Además, desde que Estados Unidos anunció al comienzo de este año que abandonaba su programa Constelación, en el que se incluía su vuelta a la Luna, China es el candidato más probable al próximo vuelo habitado hacia el satélite natural.
Por motivos técnicos, China aplazó hasta 2011 otra etapa de su programa espacial: la puesta en órbita del módulo Tiangong-1 de su futura estación espacial.
Este módulo, cuyo nombre significa palacio celeste
, tiene como propósito albergar a los astronautas chinos y realizar investigaciones sobre ingravidez. Las misiones Shenzhou-9 y Shenzhou-10, con dos o tres cosmonautas a bordo, se amarrarán a este módulo.
China también está interesada en la conquista de Marte, por lo que este año envió un voluntario a Moscú para un simulacro de misión de 520 días, el cual estudia los efectos sicológicos y físicos de semejante periplo a decenas de millones de kilómetros de la Tierra, contra sólo 380 mil para la Luna.