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Inauguran la exposición Los dos últimos maestros del muralismo

Contrastan las estéticas de Alfredo Zalce y Raúl Anguiano en el museo Cuevas

Es interesante ver la propuesta de curaduría para cada uno: Beatriz Zalce

Del primero incluyen tapices, repujado de cobre y esculturas; del segundo se muestra dibujo, pintura y grabado

 
Periódico La Jornada
Viernes 1º de octubre de 2010, p. 7

Muchas cosas vincularon a los artistas plásticos Alfredo Zalce y Raúl Anguiano durante sus largas vidas: la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, el Taller de Gráfica Popular, el muralismo, el compromiso social y artístico, entre otras.

Ahora, comparten la exposición Los dos últimos maestros del muralismo, inaugurada en el Museo José Luis Cuevas (Academia 13, Centro Histórico), con 61 piezas, que concluirá el 11 de noviembre. Son 25 de Zalce, entre tapices, repujado en cobre y escultura de los años 1970 a los 90. Y 36 de Anguiano, entre dibujo, pintura y grabado, sobre todo de las décadas de 1930 y 40.

“Lo interesante de esta exposición –dice en entrevista Beatriz Zalce– es ver la propuesta de curaduría para cada uno de ellos. En el caso de Anguiano, es maravilloso poder ver sus dibujos, el trabajo directo de la mano del artista. Y en el de Zalce –de quien es hija– mostrar una faceta suya poco conocida: la técnica del tapiz.”

En esos tapices Zalce plasmó muchas de sus conocidas imágenes de la vida cotidiana, como La vendedora del mercado, La pajarera, La jaula o La pecera, varios de los cuales, recuerda Beatriz, decoraban la casa familiar de Morelia. La mayoría fueron hechos con la tapicera francesa Danielle Laillé, amiga de su padre y en cuyos brazos murió en 2003.

En esta muestra también se quiso mostrar al Zalce tridimensional, continúa, por lo que se incluyeron esculturas en bronce, como Bailarina, El saludo y El gallo.

Foto
Beatriz Zalce durante la entrevista con La JornadaFoto Marco Peláez

Y bajorrelieves de repujado en lámina de cobre, como La cosecha y Pescadería, pues él siempre buscaba, exploraba y aprendía, además de que era un hombre con una inteligencia privilegiada, un gran sentido del humor e irónico hasta la pared de enfrente.

Beatriz Zalce recuerda que después de la generación de Rivera, Orozco y Siqueiros vinieron otras de muralistas, entre ellos la de Zalce (Pátzcuaro, 1908-Morelia, 2003) y Anguiano (Guadalajara, 1915-DF, 2006).

Ambos son muy contemporáneos y tuvieron muchas cosas en común, aunque como artistas son distintos. Incluso, dice Beatriz, por la selección de obra para la muestra y la época diferente en que fue creada, casi podríamos pensar que hablamos de generaciones distintas. Sin embargo, agrega, el resultado es muy ágil e interesante para el espectador.

Mientras, entre la obra de Anguiano se observan sus dibujos de indígenas lacandones durante su viaje a Bonampak, como Ko, litografías como El maíz o sus retratos de héroes de la Independencia y la Revolución.

También entrevistada en el museo Cuevas, Brigita Anguiano, viuda del pintor, recuerda: Hubo muchas coincidencias entre ambos artistas. Hace poco encontré la copia de una carta de Anguiano a Zalce, escrita a mano en 2002, poco antes de fallecer este último. Alguien vino al estudio y dijo que iba a ver al maestro Zalce a Morelia y llevó la carta.