Abren exposición de Isaac Hernández que reúne pintura, cerámica y un tapete monumental
el mar como principio de la vida y la arena como transcurrir del tiempo
Jueves 30 de septiembre de 2010, p. 7
Materiales orgánicos como objetos de arte y una metáfora de lo efímero de la vida mediante el uso de la arena, son elementos distintivos de la exposición Mar de arenas, de Isaac Hernández.
El título se debe a que el mar siempre me ha atraído: es el principio de la vida; la arena es una materialización del transcurrir del tiempo
, señala el pintor, muralista y difusor cultural.
La muestra con entrada gratuita, que hoy se inaugura a las 19:30 horas en la Fundación Sebastián (avenida Patriotismo 304, colonia San Pedro de los Pinos), reúne una veintena de cuadros de gran formato, piezas de cerámica y un tapete monumental de arena; este último es una creación de arte efímero y una forma de expresar el tiempo y lo fugaz de la vida
, agrega Hernández.
Respecto del artista, Humberto Musacchio afirma: Son las suyas creaciones y recreaciones que toman elementos del mundo exterior a los que imprime su marca de identidad, la magia de su dibujo y su ánimo dominador de las formas, su empleo mandón de colores fuertes, definidos, capaces de convivir con sus arreglos de sustancia viva y materiales duros
.
El conjunto explora el uso artístico de elementos disímiles para elaborar una obra que remite a lo nacional, como grafiado y láminas de metal, cráneos de animales, alas de mariposa, peces disecados y latas oxidadas, entre otros.
La idea sobre este uso de materiales tiene su origen en los años 90, cuando paseaba en el istmo de Tehuantepec. Ahí vi que el medio ambiente trabajaba directamente en materiales orgánicos e inorgánicos. Por ejemplo, los sapos eran aplastados y quedaban disecados en la arena; las latas iban interactuando con el medio ambiente
, reconoce Hernández.
Heredero de la mejor tradición mexicana, que apela a lo ancestral y al mestizaje, Hernández es un peregrino que en su tránsito vital crea enigmas y devela misterios, que moldea la naturaleza y la somete a la sensualidad de sus antojos, que desde el fondo de sus sueños y de su tiempo lanza un grito desesperado de libertad, de afirmación rebelde contra la vida desechable de estos días de miedo y esperanza
, señala Musacchio.