Madrid, 25 de septiembre. La organización independentista vasca ETA anunció que está dispuesta a un alto el fuego permanente y verificable e incluso para ir más lejos, si se crean las condiciones para ello, afirmaron dos voceros del grupo en una entrevista publicada por el diario Gara, de la provincia de Guipúzcoa.

El anuncio coincidió con la petición de la izquierda vasca de que decrete un cese unilateral de la violencia, pero siguió sin tener efecto en el gobierno español, que no ha respondido a los planteamientos de ETA.

Ésta es la tercera manifestación pública de ETA en el último mes, después de una serie de movimientos silenciosos de mediadores internacionales para relanzar un proceso de pacificación para el histórico conflicto.

En el primer comunicado, difundido por la emisora británica BBC el 5 de septiembre, ETA anunció que desde hace varios meses había suspendido acciones ofensivas armadas, al tiempo que reclamó un proceso democrático de negociación para sentar las bases de un nuevo marco político en el País Vasco.

Dos semanas después, el 18 de septiembre, Gara publicó otro comunicado en el que ETA insistió en su disposición a una solución dialogada y en la que exigió a Francia y España una postura adecuada para lograr una salida.

En este tercer pronunciamiento en menos de un mes –algo muy poco habitual en la historia de ETA–, los entrevistados destacaron que el protagonismo debía corresponder a los agentes (de la sociedad vasca) que están impulsando el cambio político y propusieron a esos actores fijar los objetivos del diálogo, el método, la constitución de la mesa, las reglas de juego y la temática.

Este mensaje de ETA coincidió con la rubrica del denominado acuerdo de Gernika, en el que 28 organizaciones sociales del País Vasco, sobre todo relacionadas con el independentismo de izquierda, reclamaron al Estado español la derogación de la Ley Orgánica de Partidos Políticos y el cese de la política carcelaria.

A ese acto político acudieron destacados líderes de Batasuna, organización ilegalizada por las autoridades judiciales desde Madrid, así como dirigentes de partidos políticos de amplia representación en la región vasca. Además, lo validaron sindicatos, organizaciones juveniles y asociaciones como Etxerat, Gernika Batzordea, Herria 2000 Eliza, Euskaria y AEK, entre otras.