l gobernador de Querétaro, José Calzada, ha propuesto una iniciativa de ley para desaparecer el Instituto Electoral de Querétaro (IEQ) y sustituirlo por una Comisión Electoral dominada por el grupo priísta gobernante. Más allá de la técnica jurídica, la técnica política es muy reveladora: la iniciativa se presenta el jueves 9 de septiembre, unos días antes de la semana de celebraciones del bicentenario
, es decir, en un momento en que la sociedad civil está desmovilizada. A esta técnica en el viejo régimen autoritario se le denominaba el sabadazo.
En esta iniciativa de ley se cancela la siempre entredicha autonomía del órgano electoral. Con esta nueva ley el órgano electoral se convierte en una dependencia electoral del Congreso, pues ahora el Poder Legislativo no sólo designará a los consejeros, sino también al presidente del consejo general por 7 años; a su vez este presidente designaría al secretario ejecutivo del órgano electoral (el operador administrativo de las elecciones). Además, con esta ley se relaja el control presupuestal que el órgano electoral tenía sobre los partidos; a partir de ahora, el dinero negro de las campañas podrá fluir con mayor facilidad. También se revierten la mayoría de medidas de transparencia que el IEQ exigía a los partidos. Como el gobernador tiene una mayoría de su partido en el Congreso resulta obvio que quien dominará el órgano electoral será José Calzada.
Históricamente el estado de Querétaro ha padecido una excesiva concentración de poder en manos del Ejecutivo; en esta materia no ha habido transición democrática. Como sus antecesores, el gobernador José Calzada controla el Congreso; además, también controla las principales ciudades del estado, con alcaldes de extracción priísta (San Juan del Río, El Marqués, Corregidora…). La única excepción es la ciudad de Querétaro, gobernada por un alcalde panista, pero el PRI local ya trabaja intensamente para recuperar la capital en 2012.
Puesto que el Congreso designa a los magistrados y el Congreso está dominado por el PRI, queda claro que el jefe máximo de este partido –léase el gobernador– es quien controla el Poder Judicial. Además, los gobernadores tradicionalmente han controlado los órganos autónomos
interviniendo en la designación de sus dirigentes. Este es el caso del IEQ, la Comisión de Acceso a la Información, la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la misma Universidad Autónoma de Querétaro, entre otras. Sobre la sociedad civil no hay mucho que decir, los medios de mayor circulación siempre se han sometido al gobernador, quien les paga generosamente con excesivos contratos publicitarios. Quizá valga mencionar que subsisten algunos medios alternativos de baja circulación. A fin de cuentas, en el estado no hay una esfera pública que escape al control del Ejecutivo.
Para quienes esperaban que el gobernador de Querétaro manejara el estado como un demócrata, la propuesta ha caído como un balde de agua fría. Con este golpe de Estado al IEQ, José Calzada se descubre como uno de los gobernadores más autoritarios de las últimas décadas. Los últimos gobernadores priístas y panistas toleraron un desarrollo controlado
de los órganos autónomos como el IEQ, la CEDH y la UAQ. Ahora José Calzada extiende su mano para controlar férreamente el órgano electoral, y probablemente después intente controlar otras instancias autónomas
como la UAQ, interviniendo en la elección de sus dirigentes.
Ya esperábamos que el gobernador Calzada controlara el IEQ interviniendo en la designación de consejeros electorales leales al PRI, puesto que en este fin de año se renueva el Consejo General. Lo que no esperábamos es que el gobernador quisiera someter al IEQ a través una nueva ley electoral; esto demuestra un exagerado afán por controlar todos los resquicios de la esfera pública queretana. Todo ello, por cierto, remite a la definición clásica del autoritarismo, un exceso de fuerza en el manejo del estado.
Al comienzo de la 56 Legislatura local, la bancada priísta se repartió las comisiones más importantes, aprovechando que tenían mayoría; ahora que el Congreso tiene que designar a los consejeros electorales, es fácil prever que esta bancada tendrá la misma actitud: designar a sus seguidores como consejeros y a uno de sus incondicionales como presidente para los próximos siete años.
La iniciativa de reforma constitucional será votada en las próximas semana y sabemos que pasará sin problemas pues el Congreso está controlado por la mayoría priísta, a la cual tradicionalmente se suman los votos del PVEM, el Panal y los de algunos diputados panistas.
No hay que olvidar que el gobernador Calzada pertenece al selecto grupo de amigos personales del baby boy, Enrique Peña Nieto. Muy a menudo, este mandatario mexiquense visita al gobernador Calzada en sus dominios. De esta manera Querétaro se convierte en una pieza más del rompecabezas que es la elección presidencial de Peña Nieto en 2012.
* El autor es profesor investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAQ, doctor en ciencia política por la Universidad Autónoma de Barcelona y autor de varios libros, entre los que destacan El nuevo escenario de las campañas presidenciales y La república del escándalo.