Un tribunal unitario ordenó ayer que mañana comparezcan –en calidad de testigos– los hermanos Germán y Genaro Larrea Mota, dueños de Grupo México, como parte del proceso donde se acusa a Napoleón Gómez Urrutia (Napito) de la disposición ilegal de 55 millones de dólares del sindicato minero.

El magistrado Miguel Ángel López, titular del sexto tribunal unitario penal, resolvió que si ambos testigos incumplen hoy con el citatorio, José Miguel Trujillo, juez primero de distrito de procesos penales federales, con sede en el Reclusorio Norte, debe ordenar su arresto para que de inmediato sean presentados al juzgado por agentes federales.

Marco Antonio del Toro, abogado del sindicato minero, informó a La Jornada que en su fallo el magistrado unitario dijo que fue ilegal la determinación sistemática del juez Trujillo, quien ante varios incumplimientos de los hermanos Larrea sólo ha optado por imponerles multas, pero se ha negado a ordenar su arresto. El litigante recordó que en los últimos 14 meses las faltas de estos testigos al juzgado han sido de varias decenas. Qué curioso que el juez ha estado imponiéndoles sólo multas, como si estuviera en favor de que no comparezcan los testigos.

Añadió que es muy probable que el juez Trujillo haya incurrido en delitos contra la administración de la justicia, en su hipótesis de conceder ventaja a algún justiciable, pero aclaró que para que proceda la acción penal en su contra se requiere una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR).

La comparecencia de los dueños de Grupo México fue requerida por Juan Linares Montúfar, presidente del consejo general de vigilancia del sindicato minero, quien el 3 de diciembre de 2008 fue detenido en Michoacán por la Policía Federal. Linares se encuentra bajo proceso por violación a la Ley de Instituciones de Crédito, a raíz de la presunta disposición indebida de 55 millones de dólares hecha por Gómez Urrutia.

A la fecha, ninguna autoridad ha logrado que los Larrea acudan a declarar al juzgado, pese a que son requeridos como testigos, no como acusados. Abogados de Grupo México consultados ayer señalaron que tampoco acudirán este viernes al juzgado, y para evitar el arresto buscarán obtener una suspensión en vía de amparo.