Washington, 23 de septiembre. Teresa Lewis, mujer blanca de 41 años de edad, murió esta noche por medio de una inyección letal, y se convirtió en la primera mujer en casi un siglo en ser ejecutada en el estado de Virginia, informó un funcionario de prisiones.

La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó el pasado lunes como instancia final la petición de suspender la ejecución. La sentencia era controvertida, ya que Lewis tenía un coeficiente intelectual muy bajo, algo que podía haber excluido la pena de muerte por tratarse casi de un caso de retraso mental, según sus abogados.

Con su decisión, el tribunal allanó el camino para la primera ejecución de una mujer en Estados Unidos desde 2005 y la duodécima desde la reimplantación de la pena de muerte, en 1976. El gobernador de Virginia, Bob McDonnell, rechazó la solicitud de clemencia el pasado viernes.

Lewis fue condenada por el asesinato de su marido y su hijastro, después de que confesó haber encargado el crimen a dos cómplices en 2002. La mujer habría estado sentada en la cocina de su casa cuando se efectuaron los disparos y mientras su esposo se desangraba lentamente.

La fiscalía consideró que Lewis actuó por codicia, para cobrar unos 250 mil dólares por el seguro de vida de su marido. Según manifestó la acusación, la condenada se acostó antes con uno de sus cómplices para convencerlo.

El representante de derechos humanos de la Unión Europea, Markus Lönig, llamó al gobernador de Virginia para demandar clemencia para Lewis, quien murió a las 21:13 horas locales.

Personajes como Bianca Jagger y el novelista John Grisham se sumaron a las protestas contra la ejecución de la mujer, informó el diario The Washington Post.

Por otra parte, al menos cuatro personas murieron cuando una mujer disparó contra en una casa familiar en la ciudad de Seattle, informó la policía.

La mujer, una asiática de entre 50 y 60 años, está entre los fallecidos, señaló a los medios un portavoz policial de esa ciudad del estado de Washington.

Mi madre enloqueció y disparó contra todos, dijo la única sobreviviente, de unos 40 años.

Se presume que las víctimas, dos mujeres adolescentes y un hombre de 30 años, son familiares, pero se desconoce el motivo del ataque.