El Estado brasileño, para proveer condiciones de inversión, dice
Miércoles 22 de septiembre de 2010, p. 33
Brasilia, 21 de septiembre. La candidata oficialista y favorita para las elecciones presidenciales de Brasil, Dilma Rousseff, dijo hoy que apoya a la iniciativa privada, pero que el Estado debe proveer de condiciones de inversión apropiadas.
Rousseff, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y ex jefa de gabinete del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, lidera los sondeos de intención de voto por amplio margen y parece encaminada a ganar holgadamente las elecciones del 3 de octubre.
La abanderada del PT propone continuar con la política macroeconómica actual, favorable al mercado, pero también apunta a aumentar el rol de las empresas estatales en industrias clave, como la de energía. Creemos en la fuerza de la iniciativa privada en Brasil
, dijo Rousseff a la red de televisión TV Globo.
Pero creemos que el Estado necesita estar presente para crear condiciones de inversión
, sostuvo la candidata, citando la importancia del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social en el otorgamiento de crédito a largo plazo y bajo costo para el crecimiento económico.
Voy a hacer una reforma tributaria. Tendré que hacerla una prioridad
, declaró.
La protegida de Lula dijo que favorece recortes tributarios sobre impuestos sobre la renta y la inversión, y niveles impositivos igualitarios entre los estados del país.
En los 12 meses hasta julio, el superávit presupuestario primario fue equivalente a 2 por ciento del producto interno bruto, menos que la meta de 3.3 por ciento.
Sin embargo, Rousseff dijo que no existe la necesidad inmediata de reformas amplias en el sistema previsional del país, que genera una buena parte de los gastos del gobierno brasileño.
La abanderada oficialista, de 62 años, ha ampliado su ventaja en los sondeos de opinión sobre su principal rival, el ex gobernador del estado de Sao Paulo José Serra, pese a una intensa cobertura de los medios de comunicación a escándalos de ética que supuestamente involucran a su partido y a ex asesores de la candidata.
La semana pasada, la jefa de gabinete de Lula y ex asesora de Rousseff, Erenice Guerra, renunció a su cargo después de acusaciones de que su hijo gestionó contratos de obras públicas a cambio de sobornos.