El musical empezará temporada en México el próximo 3 de noviembre
mensaje profundamente humano: Michael Gorman
Miércoles 22 de septiembre de 2010, p. a10
A Chorus Line, estrenado el 21 de mayo de 1975, es considerado el musical que revolucionó el género al sacarlo del marasmo en que había caído y que lo había hecho repetitivo y predecible. Estuvo 15 años en cartelera de manera ininterrumpida y obtuvo numerosas distinciones, como nueve premios Tony. Ahora, a partir del próximo 3 de noviembre, se presentará en México en el teatro 1 del Centro Cultural Telmex, con la producción de Ocesa Teatro.
En entrevista, el productor Morris Gilbert informó que para este musical audicionaron más de mil personas, de las cuales quedaron seleccionadas 30. Aunque Ocesa no quiso informar el costo de la producción, comentó que es de las más caros.
A Chorus Line surgió cuando en 1974 19 bailarines de comedia musical se reunieron con el director y coreógrafo Michael Bennett para hablar de sus vidas y sus experiencias en torno al baile. Con ese material, Bennett se dio a la tarea de reclutar a un grupo de profesionales para que le dieran forma a un musical. El equipo lo conformaron Nicholas Dante, bailarín con deseos de escribir y cuya historia fue una de las más impactantes; Edward Kleban, compositor, letrista y productor de discos de musicales, y Marvin Hamlish, alguna vez pianista y arreglista de Broadway.
Proceso de audiciones
La obra aborda el proceso de audiciones, en el que los aspirantes a formar parte de una obra musical se someten a diversas pruebas, intensas, estrictas, reveladoras e incluso dolorosas, que los llevan a forjar sus múltiples facetas, no sólo profesionales, sino también, y principalmente, personales.
En reciente conferencia de prensa, realizada en el Centro Cultural Telmex, se presentó el elenco, el cual está integrado por María Filipini (Sheila), Paco Morales (Zach), Estibalitz Ruiz (Cassie), Ana Cecilia Anzaldua ( Maggie), Mauricio Salas, (Robert), Rogelio Suárez (Paul), Jacobo Toledo ( Mike) y Humberto Ramos (Don), entre otros.
Para Michael Gorman, director y coreógrafo de la puesta en México, la obra es vigente a pesar de haber sido estrenada en 1975. Sigue trasmitiendo un mensaje profundamente humano.
Gilbert añadió que es un clásico y por tanto intemporal. La versión que vamos a presentar es la misma de siempre. Lo único diferente es que recurrimos a elementos tecnológicos de punta. No necesitamos agregarle ni una sola palabra.
Al respecto Gorman expuso que los actores deben desarrollar un papel, pero a la vez ser ellos mismos. Gilbert agregó que lo más emocionante es el elemento humano, el cual provoca diferentes efectos en el espectador.
Gorman expresó que esta obra trata sobre la esperanza, especialmente en esta época de crisis financiera mundial, en la que la esperanza de tener un trabajo no es poca cosa. La idea es que aquí todos luchan por obtener un trabajo. Por eso el público se identifica y dice que tal o cual personaje podría ser yo
, Los ensayos han sido extenuantes, pues la obra exige gran condición física.
Precisó que en 1985 se presentó una versión de este musical en el teatro de los Insurgentes, titulada Un gran final; después hubo una película de éxito mundial. “Me parece que llamar a la obra ‘un gran final’ es un gran error, porque de eso no se trata: el gran final es cuando aparece la estrella, a quien nunca vemos. Lo importante es la línea de coro.”
Uno de los papeles protagónicos es el de Estibalitz Ruiz, para quien la línea del coro en un musical es técnicamente lo más importante. Es la base a partir de la cual se forman los musicales. Sin ella se cae el musical. Espero que por medio de esta obra la gente se entere de la importancia del ensamble, como también se le llama
.
Estibalitz vio la película cuando tenía 10 años. Vivió en Nueva York y vio una reposición en 2006, lo cual le hizo pensar en que ella quería actuar en A Chorus Line: representa todo lo que es un actor de comedia musical. Le tengo amor incondicional al musical, estudié la carrera de comedia musical en Nueva York; para estar en esta versión mexicana tuve que dejar mi alma. La audición fue difícil porque era bailar, bailar y bailar. Esta pieza teatral dura una hora con 40 minutos
.
Al referirse a la gente que no gusta de los musicales, dijo: Hay público para todo, eso me queda muy claro. Lo que le diría a esa gente es que cuando las palabras ya no alcanzan uno tiene que empezar a cantar
.