Al conmemorarse el 25 aniversario de los sismos de 1985 y con ocasión del Día Nacional de Protección Civil, el presidente Felipe Calderón reivindicó la participación social desatada tras la catástrofe, así como la forma en que la sociedad asumió su parte en los asuntos públicos y marcó un antecedente en el proceso de cambio democrático del país. Insistió en la unidad nacional para enfrentar las adversidades, como en 1985, donde surgió un país más solidario y humano, que no se arredra.

Calderón dijo que México es una de las naciones que más resienten los efectos nocivos del cambio climático, que se ha expresado principalmente en la generación de huracanes e intensas lluvias que, por ahora, han afectado al sureste del país. Agregó que se pugnará por una estrategia eficaz contra el calentamiento global, pero también se requiere fortalecer el Sistema Nacional de Protección Civil y consolidar la cultura de la autoprotección de la sociedad.

Durante la conmemoración de los sismos, aunque no estaba previsto en el programa original, habló el periodista Jacobo Zabludovsky, quien evocó los dramáticos momentos de 1985. Refirió que de ahí surgieron dos grandes lecciones: revertir las deficiencias en las construcciones de la ciudad y, sobre todo, la solidaridad social para apoyar a los afectados, mostrando que éste es un pueblo dispuesto a enfrentar las crueldades de la naturaleza o los problemas de la coexistencia entre humanos.

Aumentar capacidad de respuesta

En la ceremonia, en Palacio Nacional, el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, sostuvo que una herencia de los sismos es que a partir de entonces el país revirtió la ausencia de una política de reacción y prevención de desastres. Dijo que en la actualidad una política de protección civil debe involucrar a los tres niveles de gobierno y a la sociedad para multiplicar las acciones, aumentar la capacidad de respuesta y beneficiar a mayores sectores de la población.

La coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Gurza, subrayó que si bien no es posible eliminar totalmente los riesgos de desastre, es fundamental aplicar una política de Estado que los mitigue. Dijo que frente a un futuro relativamente incierto en este renglón se han consolidado instrumentos como Centro Nacional de Prevención de Desastres o el Atlas Nacional de Riesgos.

Por la mañana, al cumplirse un cuarto de siglo de una de las mayores tragedias que haya tenido el país recientemente, el Presidente encabezó la ceremonia conmemorativa en el Zócalo capitalino. Rodeado de militares, rescatistas y policías federales, Calderón encabezó la ceremonia en que se izó a media asta la bandera nacional.

Posteriormente, en Palacio Nacional, encabezó la ceremonia en la que se entregaron los premios nacionales de Protección Civil a la Cruz Roja Mexicana –en categoría de ayuda– y al Colegio de Bomberos de Cabo San Lucas, por prevención–; en este punto Calderón enfatizó en la necesidad de actuar contra el cambio climático que ha generado mayores riesgos para la población. Refirió que en este año el país ha resentido el impacto de las lluvias y huracanes, como el reciente que afectó a Veracruz y Puebla.

Es tiempo de que los humanos rectifiquemos cómo usamos nuestros recursos naturales. Es cierto, los fenómenos naturales, como los sismos, son inevitables, pero lo que sí podemos evitar o minimizar es la pérdida de vidas humanas; lo que sí podemos evitar y minimizar son los cuantiosos daños materiales, dijo.

Enfatizó que el gran legado de los sismos de 1985 fue la unidad de la sociedad para salir adelante y la necesidad de instrumentar un sistema de Protección Civil. Dijo que su gobierno está comprometido en consolidar este sistema, especialmente mediante el Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante Sismos de Grandes Magnitudes.

El presidente de la Cruz Roja, Daniel Goñi Díaz, enumeró las intervenciones que este año ha tenido la institución por efectos de lluvias y huracanes, lo que ha implicado campañas de recolección de ayuda, así como su participación en los recientes sismos en Haití y Chile.