Martes 14 de septiembre de 2010, p. 14
La marginación
a la Iglesia católica en los festejos oficiales del bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución, realmente no importa porque hicimos nuestros propios eventos y porque sabemos que de pronto al PAN le dan vergüenza sus orígenes católicos
, manifestó el vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar.
Son como los criptocristianos que se ocultaban. Así son los políticos panistas, les da pena reconocer sus orígenes
, enfatizó el portavoz.
Afirmó que pese al desaire, la Iglesia se une al júbilo de México, pero también lo hace de una manera crítica ante una situación de una guerra cruenta, muy difícil y lamentable, que tiene lugar contra el narcotráfico y la delincuencia organizada
.
Manuel Corral, secretario ejecutivo de relaciones institucionales de la Conferencia del Episcopado Mexicano, indicó que pese al desdén oficial los miembros del clero del país “no nos sentimos marginados, en la medida en que estamos haciendo eventos.
No sé si fuimos o no marginados, con intención o sin intención, pensaron que la Iglesia no debería estar en este momento ahí. No sé cuáles fueron las razones
, cuestionó.
Festejos propios
Como parte de los festejos conmemorativos de la Independencia, del 9 al 15 de este mes en todas las diócesis del país se realiza la Semana de la Oración por la patria.
En la ciudad de México, el arzobispado realizará el jueves 23 un foro sobre el papel de la Iglesia en la historia del país, con la participación de reconocidos historiadores.
El domingo 26, la celebración de Catedral metropolitana estará dedicada al bicentenario de la Independencia y será presidida por el cardenal Norberto Rivera Carrera, el Consejo Episcopal y el cabildo. Se tiene previsto la asistencia de miembros del cuerpo diplomático acreditado en el país.
La eucaristía estará dedicada a los difuntos héroes de la patria, se dará lectura al Bando para el Te Deum de la Independencia, se rendirá homenaje al lábaro patrio y al de los Insurgentes, con el canto del Himno Nacional.
Al finalizar la misa se develará una placa conmemorativa a los héroes sepultados en Catedral, en la Capilla de San José, donde desde el primero de septiembre se exhibe la urna con los restos de Agustín de Iturbide, primer emperador de México.