Destaca debilidad de la demanda, empleos de baja calidad y lenta recuperación del crédito
Recuerda lo prometido, dice la pancarta que llevan los bomberos que buscan ser contratados de manera permanenteFoto Ap
Martes 14 de septiembre de 2010, p. 27
La falta de señales claras sobre el comportamiento de la economía mexicana ha llevado las proyecciones de especialistas desde posiciones pesimistas que pronostican en el mejor de los casos un avance inercial para 2011, hasta los optimistas que calculan un crecimiento superior a 5 por ciento.
A su vez, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica Para América Latina (Cepal), Alicia Bárcena, pronosticó que el año entrante México tendrá un crecimiento de al menos 3 por ciento, pero no va a caer como en 2009, con un retroceso de 6.5 por ciento, reportó Notimex.
En el país, analistas del grupo financiero Invex manifestaron este lunes que tal y como está planteado el presupuesto 2011 el crecimiento será claramente insuficiente
y cuando más registrará una inercia cómoda
.
Rodolfo Campuzano Meza, director de análisis de Invex, preguntó ayer en un reporte qué sucederá con la economía mexicana. Nuestra economía mantendrá la inercia positiva de la recuperación americana reflejada en un crecimiento positivo del PIB. Sin embargo, la debilidad de la demanda interna, la amplitud de niveles de empleo de baja calidad y la lenta recuperación del crédito nos llevaran a tasas de crecimiento claramente insuficientes. La misma autoridad reconoce que el crecimiento converge a una tasa cercana a 3 o 3.5 por ciento
.
Sostiene que las previsiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) implican buenas y malas noticias. En general, afirma, las expectativas y el humor de los inversionistas ha cambiado poco a raíz de saber lo que el gobierno anticipa para el futuro previsible. La buena noticia es que la disciplina fiscal sigue permaneciendo como premisa principal. La SHCP propone un déficit fiscal de 42 mil millones de pesos, equivalente a 0.3 por ciento del PIB: este dato contrasta favorablemente con el déficit de 0.7 por ciento programado para este año
. Calcula el déficit fiscal en un nivel cercano a 2.3 por ciento del PIB. La mala noticia es que no existen propuestas para mejorar la estructura de impuestos, ni tampoco modificaciones sustanciales a la estructura del gasto
, planteó.
Panegírico económico
Luis Téllez Kuenzler, presidente de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), en cambio, consideró que cualquier modificación al régimen fiscal daría a México una mala imagen entre los inversionistas internacionales, por no lograr acuerdos.
Sobre el debate entre partidos políticos para reducir la tasa del IVA y modificar el ISR, opinó: no se trata de bajar uno o dos puntos porcentuales, es intrascendente; la reducción de los impuestos que se discute es un tema políticamente difícil, pero los inversionistas extranjeros lo que han venido discutiendo es lo difícil que ha costado llegar a acuerdos entre el Congreso y el Ejecutivo. Una vez que se concretó un acuerdo, si se echa para atrás tendrá un efecto mucho mayor que una baja impositiva
. A final de cuentas, añadió, los mercados y hogares mexicanos ya han descontado
las alzas que se autorizaron en 2009.
Vorágine internacional
Ayer en Oslo el Fondo Monetario Internacional pidió a los países más ricos mantener los estímulos fiscales y las iniciativas para impulsar el empleo como forma de reactivar el mercado laboral que se encuentra en situación desesperada
, y que podría amenazar a sociedades enteras.
En una conferencia organizada junto con la Organización Internacional del Trabajo, el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Khan dijo: Debemos reconocer que la crisis no se terminará hasta que el desempleo caiga de manera significativa
, pues es el problema más urgente
, de acuerdo con agencias de noticias.
En tanto, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió que el elevado desempleo podría desatar una crisis de confianza
en Europa, que ya fue golpeada en el primer semestre del año por los problemas de la deuda griega. La peor crisis sería una crisis de pesimismo, de falta de confianza, de resignación. Europa no debe caer en eso
, destacó el mandatario español.