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Grupo encapuchado irrumpe en marcha de recuerdo al presidente Salvador Allende

El golpe de 1973, desenlace previsible de una democracia enferma: Piñera

No podemos quedar atrapados en querellas y visiones del pasado, afirma el mandatario de Chile

El fallecido gobernante socialista dejó un gran legado para un país más justo, según ex ministro

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La policía dispersa a un grupo que interrumpió una manifestación izquierdistaFoto Reuters
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Un familiar de desaparecido enciende una veladora en el memorial a las víctimasFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 12 de septiembre de 2010, p. 28

Santiago, 11 de septiembre. El presidente de Chile, el empresario derechista Sebastián Piñera, definió hoy como el desenlace previsible de una democracia enferma el golpe de Estado de hace 37 años contra Salvador Allende, el primer socialista chileno elegido mandatario de la república en comicios democráticos celebrados en 1970.

Militante de Renovación Nacional, un partido de derecha fundado en 1987, en plena dictadura de Augusto Pinochet, Piñera no acudió al acto oficial de conmemoración realizado en la capital, pero durante una gira de trabajo en Antofagasta, en el norte del país, se refirió al tema con un llamado a dejar atrás los odios y las divisiones del pasado.

Tres de cada cuatro chilenos que hoy día viven en nuestro país eran menores de edad o ni siquiera habían nacido el 11 de septiembre de 1973 y, por tanto, no podemos quedarnos atrapados en las mismas querellas y visiones, dijo.

Se quebró nuestra democracia, pero no fue una muerte súbita ni intempestiva. Fue más bien el desenlace previsible aunque evitable de una democracia que venía enferma de odiosidad, de polarización extrema, de falta de diálogo. Daba la impresión que gobierno y oposición de la época se habían propuesto destruirse mutuamente, y lo lograron.

El 11 de septiembre de 1973, el general del ejército Augusto Pinochet encabezó la asonada contra Allende. Tras la toma militar del presidencial Palacio de la Moneda, se suicidó el gobernante, un médico que había intentado llegar antes al poder por la vía electoral, en 1966 y 1962.

Durante la dictadura, que se extendió hasta 1990, unas 3 mil personas fueron asesinadas o se les declaró desaparecidas, razón por la cual unos 560 militares han sido llevados a procesos judiciales. Pinochet, sin embargo, protegido por la derecha que hoy es gobierno, murió en 2006 sin haber recibido condena por delitos relacionados con su dictadura.

En el acto oficial de homenaje a Allende, diversos políticos de la Concertación de Partidos por la Democracia –la alianza que vinculó a democristianos y socialistas para gobernar entre 1990 y 2010– depositaron ofrendas florales en el monumento con la figura del ex mandatario.

Estamos convencidos de que Allende deja un gran legado para que tengamos un país más firme, más justo, y vamos a seguir luchando por eso, manifestó Sergio Bitar, ex ministro de Minería de Allende, quien fue llevado a la cárcel por la dictadura militar y luego fungió, al retorno de los gobiernos democráticos, como alto funcionario en las administraciones de los socialistas Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.

Desde hace días, analistas locales anticiparon que la jornada podría tornarse problemática y polémica, toda vez que ésta es la primera vez que un político postulado por un partido de la derecha, Piñera, ocupa la presidencia.

En la madrugada de este sábado, la policía detuvo a tres personas involucradas en una serie de disturbios ocurridos en el municipio de San Bernardo, en la periferia sur de Santiago, donde grupos de jóvenes provocaron la suspensión del servicio eléctrico, levantaron barricadas con llantas y fuego y dispararon con armas de fuego contra las instalaciones de una comisaría de Carabineros.

Para dispersar a los manifestantes, elementos de ese cuerpo militarizado lanzaron chorros de agua y gas lacrimógeno.

Durante la mañana, unas 3 mil personas convocadas por organizaciones defensoras de los derechos humanos marcharon desde la Plaza Los Héroes al centro de Santiago, las que luego de caminar por la avenida Bernardo O’Higgins –principal arteria de la ciudad– llegaron hasta el Cementerio General para depositar flores en el memorial dedicado a los detenidos desaparecidos de la dictadura.

Intempestivamente, al menos 50 personas con los rostros cubiertos irrumpieron en la manifestación, apedrearon vehículos de la prensa y de particulares que se encontraban en la zona, destruyeron semáforos y señales de tránsito y levantaron barricadas con objetos diversos y fuego.

Cuando los carabineros intervinieron para tratar de contener al grupo violento en las inmediaciones del cementerio, se armó un zafarrancho, la manifestación se dispersó y varias personas resultaron heridas. La policía de Carabineros informó de 20 arrestos.

La conmemoración del golpe de Estado de 1973 ocurrió mientras 22 indígenas mapuches cumplen 62 días de huelga de hambre y otros 22 acumulan varias semanas en apoyo a ese movimiento. Otros cuatro mapuches comenzaron el pasado viernes por la noche un ayuno solidario para presionar al gobierno por una solución, en un campamento que instalaron frente al edificio del municipio de La Florida, en Santiago.

Todos los mapuches presos en distintas cárceles del país están detenidos por haber participado en manifestaciones que derivaron en daños a propiedades públicas y privadas. Los indígenas reclaman al Estado chileno la devolución de tierras ubicadas en el sur y centro del país, principalmente en la región de La Araucanía, unos 650 kilómetros al sur de la capital.

Los mapuches afirman que tienen derecho a esas tierras con base en documentación legal que data del periodo colonial español.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, afirmó hoy que cuatro o cinco mapuches presos están en condición límite de salud, pero no dio detalles. Los indígenas fueron llevados a la cárcel durante el gobierno de Bachellet.

En visita a la prisión de Temuco, la ex ministra del gobierno de la ex presidenta socialista, Carolina Tohá, reconoció hoy que lo que he aprendido con motivo de esta huelga es que no fue una buena decisión aplicar las leyes de justicia militar y antiterrorismo para contener las manifestaciones de protesta de los mapuches.

Piñera anunció esta semana dos propuestas de reforma a esas leyes para atenuar sus efectos sobre los mapuches, pero esas iniciativas no satisfacen a los indígenas. María Tralcal, vocera de los 34 huelguistas de hambre, dijo que el Ejecutivo pretende lavarse las manos y entregarles todo el cargo a los parlamentarios.