Desde principios de agosto el desbordado río Coatzacoalcos afecta a más de cien mil personas de seis municipios ribereños de Veracruz, de los cuales Minatitlán tiene 13 colonias y el centro de la ciudad inundados por el surgimiento de una gran laguna de aguas residuales.

Flotan bolsas de basura, envases de plástico y no circulan automóviles, sólo lanchas y cayucos que llevan hasta las partes altas de la ciudad, adonde se trasladaron mil 200 locatarios del mercado.

Imponente a su paso, el Coatzacoalcos arrastra en- seres domésticos, animales muertos, palos, troncos y montones de lirios con víboras entrelazadas, mientras unos mil de 10 mil afectados minatlenses continúan en ocho refugios temporales.

En medio del clima húmedo y lluvioso, en Bahía de Banderas, Nayarit, el viernes por la tarde apareció flotando el cuerpo de Lorenzo Cejas Castro, de 80 años, quien el pasado martes 7 fue arrastrado por el arroyo El Saucito en el municipio de El Nayar.

A su vez el policía Juventino Carrillo Baltasar murió este viernes en Ocotiltán, municipio de Tecoanapa, Guerrero –su cadáver pudo rescatarse ayer sábado–, luego que el camión cervecero que custodiaba se atascó y fue arrastrado por un arroyo.

Además, habitantes de la comunidad Lindavista del también guerrerense municipio de Tlapa, clamaron por ayuda de las autoridades para remover decenas de rocas desprendidas que amenazan unas 110 viviendas.

En Tamaulipas, autori- dades de Reynosa instaron a las familias que habitan en las márgenes del río Bravo a trasladarse a lugares seguros ante las descargas de las presas Marte R. Gómez, Falcón y El Cuchillo.