Senadores de todas las fuerzas políticas consideraron oportuna la rectificación del presidente Barack Obama sobre lo expresado por su secretaria de Estado, Hillary Clinton, en el sentido de que en México hay un clima similar al vivido hace 20 años por Colombia, pero advirtieron que es importante que el gobierno de Estados Unidos reconozca su corresponsabilidad en el problema del narcotráfico y frene el contrabando ilegal de armas al país.

El senador panista Ricardo García Cervantes resaltó que Estados Unidos no ha cumplido con el compromiso –establecido en la Iniciativa Mérida– de reducir el consumo de drogas en su territorio y de evitar que por su frontera y aduanas pasen armas de alto poder, que son adquiridas por narcotraficantes, secuestradores y otros integrantes de la delincuencia organizada.

Sobre el tema, el coordinador de los senadores del PT, Ricardo Monreal, sostuvo que no hay reciprocidad del gobierno estadunidense, que permite el jugoso negocio ilegal de venta de arsenales con los que sicarios ensangrientan el país.

Al respecto, el senador del Verde Ecologista, Arturo Escobar y Vega, dijo que ambos países deben revisar la legislación relacionada con el gran flujo ilegal de armas de alto calibre, pues es uno de los elementos clave de la ola de violencia desplegados por narcotraficantes mexicanos.

Detalló que cifras oficiales revelan que en Estados Unidos hay alrededor de 100 mil tiendas de armamento, de las cuales unas 12 mil están en la frontera con México. De hecho, dijo, la mayor parte de las armas decomisadas a criminales en México provienen del vecino país del norte.

El 39 por ciento de las mismas provenían de Texas; 20 por ciento, de California, y 10 por ciento, de Arizona; el resto, de otros estados.

La priísta Rosario Green agregó que Clinton debería saber que además de las armerías en la frontera, casi todos los sábados, en algún punto cercano a la franja limítrofe con México, la Asociación del Rifle lleva a cabo ferias, donde se expenden, sin control, todo tipo de armas.