La amenaza del controvertido pastor estadunidense Terry Jones de organizar una quema de ejemplares del Corán este sábado, en ocasión del noveno aniversario del 11-S, cancelada finalmente tras una fuerte presión tanto en Estados Unidos como a nivel internacional, provocó ayer una serie de condenas en diversas naciones con población musulmana.

India, donde viven unos 130 millones de musulmanes, así como Indonesia, el país con la mayor población que profesa el islam en el mundo, además de España, Egipto, Irak, Jordania, Malasia, Bahreim, Líbano, Pakistán, Afganistan, Irán y la Organización de la Conferencia Islámica, coincidieron en que la destrucción del libro sagrado islámico podría general grandes tensiones entre musulmanes y cristianos, y expresaron su esperanza de que las autoridades de Estados Unidos adopten medidas para evitar que se cometa semejante ultraje.