Viernes 3 de septiembre de 2010, p. 9
El conflicto israelí-palestino irrumpió en el Festival de Venecia con el filme Miral, del artista judío estadunidense Julian Schnabel, retrato tierno de una joven criada en un orfanato de Jerusalén. Este que decide luchar en favor de la causa palestina.
Elaborado casi como pinturas, el filme narra la historia de cuatro mujeres, una de ellas Miral, interpretada por la india Frieda Pinto, para ilustrar el pasado reciente de los palestinos, desde la creación del gobierno de Israel en 1948 hasta la primera Intifada en 1987.
Ese vínculo tan particular que el escritor japonés Haruki Murakami es capaz de construir con sus lectores fue lo que llevó al vietnamita Anh Hung Trang a trasladar Tokio Blues a la gran pantalla y el resultado, Norwegian Wood, se estrenó hoy en Venecia.
No es que yo quisiera llevar el libro al cine
, explicó el director de El olor de la papaya verde, sino esa intimidad
que Murakami mantiene con los millones de lectores que le siguen.
El director iraní Jafar Panahi, quien no pudo viajar a Venecia porque no obtuvo el permiso de las autoridades de su país, agradeció en una carta enviada hoy al certamen a la comunidad internacional de cineastas
por su generoso apoyo
mientras estuvo en prisión.
Panahi mostró hoy el corto El acordeón en la sección Jornadas de los Autores de Venecia, aunque no pudo estar presente.