La transición a la televisión digital permitirá que en principio los mexicanos tengan por lo menos 15 canales de televisión abierta y más de dos cadenas de televisión para elegir, lo preocupante, afirmaron especialistas en telecomunicaciones está en que sea la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) la que reparta los transmisores o los televisores para que la población tenga la tecnología que le permita ver la programación, que se haga en año electoral, que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) encabece la comisión para el proceso y que desplace a la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) en lo que podría preverse como un nuevo beneficio para Televisa y Tv Azteca.

En respuesta al anuncio presidencial, senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI) denunciaron que el decreto para adelantar la digitalización tiene fines claramente electorales toda vez que beneficia de nuevo a Televisa y Tv Azteca con más concesiones que ni siquiera deberán licitar.

La medida busca impulsar al Partido Acción Nacional (PAN) a través de la Sedeso, que será la encargada de repartir televisores y decodificadores a los beneficiarios de los programas sociales entre 2011 y 2012. Es un decreto ilegal y una acción clientelar porque le dan más negocios al duopolio y garantizan respaldo al candidato del PAN, acusó el presidente de la Comisión de Radio y Televisión, Carlos Sotelo. Y el priísta Manlio Fabio Beltrones advirtió que exigirán transparencia para que no haya filo electorero.

Pablo Gómez y Sotelo coincidieron en que en la práctica lo que Calderón busca es asignar nuevas concesiones al duopolio sin licitar, se trata de una privatización de la señala abierta, ya que las nuevas frecuencias que las dos grandes televisoras obtendrán por la optimización de la tecnología digital serán de paga.

Sotelo señaló que con este decreto, Calderón viola el acuerdo presidencial de 2004, en el que se estableció el estándar digital y se precisa que al concluir la transición, las empresas deberían regresar la frecuencia analógica. Ahora podrán quedarse con ellas. Televisa tendrá cuatro o cinco concesiones más que se sumarán a las 400 con las que ya cuenta.

El 90 por ciento de los mexicanos tienen televisión en su hogar, pero de acuerdo con cifras de 2009 del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (Inegi) sólo existen 3.7 millones de televisores digitales en el país. Para tener este servicio la población tendrá que comprar televisores o el decodificador.

El académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) Ramiro Tovar Landa precisó que la frecuencia de 700 megahercios (Mhz) en la que opera la televisión digital será más codiciada por los operadores porque requieren menos inversión en infraestructura, de tal forma que el gobierno deberá diseñar un proceso de licitación muy transparente, no como el de la licitación 21.

Destacó que también deberá haber una estricta regulación para que las únicas dos televisoras del país no intenten acaparar canales, aunque puntualizó, es preocupante que la Comisión Federal de Competencia (CFC) no forme parte de la Comisión que se hará cargo de la transición y que debería fijar límites como lo hizo en el caso de la licitación 21 para servicios de telecomunicaciones en las que limitó la entrada de Telcel y Telefónica.

El director de Mediatelecom Consulting, Jorge Fernando Negrete, advirtió que la transición a la televisión digital sólo beneficiará a Televisa y Tv Azteca si no se promueve y garantiza la tercera cadena de televisión comercial y diversas alternativas de televisión pública, ya no hay pretexto, la tecnología, la fragmentación del espectro, el multiplexeo y la digitalización lo permite.

En Twitter, el presidente de la Cofetel, Mony de Swaan, dijo que con el decreto se acelerará el reordenamiento y la licitación de la banda de 700 Mhz, se agilizará la fabricación y penetración de televisores o codificadores y se espera compensar el subsidio para esos aparatos a través del dividendo digital y la licitación.