Jueves 2 de septiembre de 2010, p. 4
“Todo comenzó por Juárez (...) No querían al JL (Juan Pablo Ledezma), y comenzaron a pelear porque se miraron feo o porque... pos es así”. El primero en no respetar el pacto de paz entre Los Zetas, el cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva fue Joaquín El Chapo Guzmán, declaró Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, durante el interrogatorio que le hizo la Policía Federal.
Atrás de La Barbie fue colocada una manta con logotipos de la Secretaría de Seguridad Pública federal, y frente a él una mesa con un micrófono, una cámara de video y una mujer policía que le hizo preguntas. Él permaneció con las manos esposadas, vistiendo la playera de color verde, de jugador de polo, con la que fue capturado.
–¿A qué se dedica?
–Al narcotráfico.
–¿Qué tipo de droga manejaba?
–Primero mariguana y después la cocaína.
–¿De dónde la obtenía?
–Comprándola.
–¿Y a quién se la compraba?
–A gente de Colombia.
–¿Dentro del negocio que tenía, alguna vez llegó a mandar gente a Guatemala?
–A Panamá.
–¿Para qué?
–Para que también ofrecieran.
–¿Formó parte de alguna organización en el pasado?
–Era amigo de Arturo Beltrán.
–¿Cómo se acopló al ritmo de El Barbas?
–A veces lo miraba a diario. Algunas tres veces trabajé con él, pero yo trabajaba mis cosas solo.
–¿Conoció usted a Héctor Beltrán?
–Sí, pero nunca me llevé bien con él.
–¿Conoció usted a Sergio Villarreal Barragán, El Grande? ¿Cómo se llevaba con él?
–Al principio bien, pero cuando pasó lo de Arturo (Beltrán) él agarró por su lado, y ya no nos hablamos desde allí.
–¿Qué sucede cuando muere Arturo Beltrán?
–Pues se dice que yo lo había traicionado. Yo tenía tres o cuatro meses que no lo miraba, porque yo sé que me quería matar. Cuando andaba malo, drogado, me quería matar, y cuando no, me hablaba bien. Ya nunca me le arrimé.
–¿Cómo se enteró de la muerte de El Barbas?
–Antes de morir me habló a mí por teléfono. Yo le decía que se entregara, que para qué le servía estar muerto. Y él dijo que no se iba a entregar.
–¿Le habló cuando estaba el operativo?
–Sí, todavía no entraban a su departamento. Decía que estaba rodeado. Que iban a pelear y que mandáramos gente. Pero...
–¿Y qué hizo usted?
–No, no, no, nada.
–Cuando le comenta que se entregue, ¿él qué dice?
–Que preferiría morirse. Que no se iban a dejar. Luego me pasó a uno que estaba allí, y dijo que no dejaba salir a nadie. Él (Beltrán Leyva) no dejó salir a nadie.
–¿El Barbas se drogaba mucho?
–Ya al final sí. Cuando andábamos juntos nunca se drogaba. Al último, casi un año y medio antes (de que fuera abatido), sí andaba drogándose mucho.
–¿Por qué lo sabe usted?
–Porque el hermano, que por la presión. Pero la verdad no sé por qué. (Alfredo Beltrán fue detenido en enero de 2008).
–¿Quién era también cercano a Arturo Beltrán?
–El Borrado (Alberto Pineda Villa) y El MP (Marco Antonio Pineda Villa).
–¿Ellos cómo trabajaban con Beltrán?
–Le recibían lanchas (con cargamentos de droga), y eso.
–¿Cómo quedan las reuniones (de capos en Cuernavaca)?
–Al último quedó el control de Arturo. Los Zetas iban a andar nada más con él, porque si había algo, Arturo lo iba a arreglar. Después comienzan las envidias y volvió a tener líos con El Chapo.
–¿Las envidias entre quién?
–El Chapo y El Mayo, Nacho Coronel, todos ellos.
–¿Cuánto tiempo duró, después de que se reúnen la segunda vez, en que se rompe la paz?
–Pues con nosotros (Los Zetas) ahorita no pelean. No somos amigos, pero hay un pacto, por eso no peleamos. Aunque a veces hacen cosas, pero todo está parado ahorita con ellos.
“Ellos están peleando allá pa Culiacán, pallá con El Chapo y Vicente, con ellos.”
–¿Quién fue el primero en no respetar el acuerdo?
–Comenzó todo por Juárez.
–¿Qué sucedió allí?
–No querían al JL, uno que le manejaba las cosas a Vicente Carrillo, y ellos (los líderes de Sinaloa) supuestamente habían quedado arreglados con Vicente para poder pasar por Juárez. Y comenzaron a pelear porque se miraron feo o porque... pos así es.
–Cuando usted se refiere a comenzar a pelear, ¿qué iniciaron?
–Lo que sé es que El Chapo le metió gente, y como que no respetó el pacto.
–¿Y comenzó a matar gente?
–Sí, y quien mataba a la gente decía que no era de él (de Sinaloa), y era la gente de él. Entonces hablaron y hablaron y hubo muchas juntas, pero no, eso nunca se arregló porque no estaban de acuerdo. Y la gente de abajo (se refiere a otras entidades distintas a Chihuahua), decía que no, y pos se peleó la gente, la de El Chapo con ellos. Así como yo me peleé (con Héctor Beltrán).
–Cuando muere Arturo Beltrán, ¿se complica más la situación?
–No, no. Ya estaba.
–¿Son un peligro Los Zetas para ustedes?
–Pues sí porque no respetan nada. La verdad son mugrosos. Pues ni su mamá los quiere.
–¿Conoce a Juan José Esparragoza?
–Sí, de vista. Vino dos o tres veces a Cuernavaca.
–¿Cómo conoció a Nacho Coronel?
–Ahí (en una junta de capos), la vez que fuimos con El Chapo ahí estaba. Y otra ocasión él vino a una junta.
–¿Pero pudo platicar con él?
–Sí, sí hablamos.
–¿De qué hablaban?
–Pues que le echáramos ganas, que nos iban a apoyar. Igual que El Chapo, que nos iban a apoyar con un millón y en cada junta lo decían, pero no mandaban ni un cinco.
–¿Usted ha conocido narcomantas? ¿Para qué las usan?
–Pues para que la gente piense que voy perdiendo o para que la gente que anda conmigo se asuste.
–¿Hizo lo mismo?
–Mantas, sí.
–¿Y para quién?
–Para Héctor Beltrán y El Grande.
–¿Por qué a ellos?
–Pues son los que me estaban aventando.
Por la noche, extrañamente, la SSP federal difundió casi dos minutos más del interrogatorio. Esto es, se entregaron cuatro partes de La Barbie. Por lo regular la dependencia sólo hace una edición.
En esta última entrega no se escucha la pregunta, pero La Barbie responde que su captura “fue por inteligencia o alguien me puso”.