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Oscar D’ León comenzó temporada que lo mantendrá en el país todo septiembre

Estar en la tarima para mí es completa diversión, un orgasmo

Del corazón estoy de lo mejor; funciona de manera perfecta, luego de un cuarto infarto

Lo único que me interesa es cantar y seguir dándole alegría a mi gente, comenta el venezolano

Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Martes 31 de agosto de 2010, p. 8

Recuperado de un cuarto infarto al corazón, acaecido apenas en diciembre del año pasado, y con el único deseo de cantar y hacer feliz a la gente, Óscar D’ León se encuentra en México para realizar su acostumbrada gira anual, la cual comenzó el pasado fin de semana con dos intensas presentaciones en el salón La Maraka.

Ante un público regocijado y variopinto, entre el que destacó el que le sigue desde sus inicios con la Dimensión Latina, el sonero venezolano apareció en escena, como acostumbra, elegantemente vestido, acompañado por una poderosísima orquesta, y derrochando alegría y sabrosura.

A sus 67 años de edad (cumplidos el 11 de julio) dio muestra de vigor y presencia escénica plena, de dinamismo y corrección musical. Envió la señal de que los problemas de salud que estuvieron a punto de retirarlo del ambiente no le han afectado demasiado: canta, baila y toca el bajo como siempre. El hombre está bien y su grey feliz de que el accidente del corazón no haya pasado a mayores.

Antes de su presentación,, este sobreviviente de todos los caos platicó con La Jornada y lo primero que dijo fue que se siente de maravilla. Del corazón estoy de lo mejor, funciona de manera perfecta, a tal grado que no necesito medicarme. Claro, me cuido, he mejorado mi alimentación, no tomo nada que me perjudique y hago mucho ejercicio. Ahora lo único que me interesa es cantar y seguir dándole alegría a mi gente.

Salí airoso

Óscar recordó que el primer desafortunado incidente lo sufrió en junio de 2003, mientras actuaba en Martinica. Sentí un fuerte dolor en el pecho y me desplomé en el escenario. De camino al hospital, llegaron dos infartos más. Gracias a la oportuna intervención médica logré salir airoso de ese trance.

Con el buen humor que le caracteriza contó que mientras su hijo y su mánager se preocupaban por atenderlo y solicitar ayuda médica, él lo único que pedía era regresar y seguir cantando.

Recuerdo que mi hijo me abrazaba, y yo le suplicaba que no me dejara morir, que no me dejara abandonar mi música. En aquel momento, mientras todos hablaban de llevarme al hospital, yo solamente pensaba en cómo volver al escenario.

Con muchos éxitos –entre los cuales se encuentran innumerables Discos de Oro, varios premios y postulaciones al Grammy, además del sitio que ha logrado y que lo ha puesto al nivel de los más grandes cantantes del mundo–, Óscar D’ León sigue siendo una de las estrellas más brillantes en el firmamento latino.

“Pero el camino no ha sido fácil –reflexionó–. Antes de ser cantante profesional hacía los más diversos trabajos: fui obrero, taxista, mecánico y tocaba en grupitos de salsa de mi barrio. Los días eran complicados y la noche era para la música.

Foto
El músico, durante un concierto en el Madison Square Garden, en 2009Foto Clasos

“Ahora me siento satisfecho con lo logrado. Me siento contento de que me reconozcan como sonero; lo que implica un compromiso muy grande. Cada que pienso en ello evoco a Benny Moré, Miguelito Cuní, los Matamoros y… ¡muchacho! Quiero pensar acaso si es que he llegado a ese nivel porque cuando te otorgan el título de sonero es porque tienes las cualidades para interpretarlo todo, y bien, como lo hacía el Benny.”

Óscar D’ León estudió topografía, pero ejerció muy poco. Su carrera musical la comenzó en 1972, cuando creó la Dimensión Latina, orquesta regida por el sonido de los trombones y un swing rítmico de ataque, que enmarcaba la poderosa voz del llamado desde ese momento León de la salsa.

A partir de ahí no ha parado. “Mucha gente me pregunta cuál es el secreto de la permanencia en esta carrera, y es trabajar muy duro… Cuando digo trabajar se puede decir que me contradigo, porque lo que hago es divertirme en la tarima. Para mí no es ningún trabajo, más trabajo es dirigirme en un autobús de un sitio a otro, cargar las maletas, ir al aeropuerto... La tarima es una completa diversión, es un orgasmo.”

Mientras hacía ejercicio

A finales del año pasado, justo cuando se preparaba para celebrar la Navidad en unión de su familia, Óscar D’ León fue sorprendido por un nuevo ataque cardiaco, mientras practicaba ejercicio en un parque cercano a su casa de Caracas. La noticia corrió de inmediato por Internet, alarmando a fans y amigos

Óscar había salido a correr al parque de Prados del Este, donde suele hacer ejercicio y se cayó, comentó en ese momento su mánager Oswaldo Ponte. Estaba solo y unas personas que pasaron lo ayudaron a trasladarse a la clínica San Román, donde fue atendido de inmediato. Ya está totalmente fuera de peligro y muy optimista.

Luego de varias semanas de convalecencia, el sonero del mundo regresó a las tarimas.

Ahí es donde tomo vida, comentó ahora, convencido de que la música es su medicina. “Esto es algo que quizás sólo otro artista pueda entender. Cuando canto me siento íntegro, con un placer inconmensurable. Lo que hago va más allá de todas las cosas que se dicen mundanas. Es un ejercicio espiritual, una forma de renacer en cada nota…”

Con esta declaración cerró la amable charla este artista caracterizado por su su sencillez y entrega en el escenario.

Óscar D’ León estará con su orquesta en México prácticamente todo septiembre. Habrá pues, oportunidad de comparecer ante una auténtica leyenda viva del movimiento musical afrocaribeño.