Cultura
Ver día anteriorLunes 30 de agosto de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Recrea la gesta en novela histórica y crónica

En dos obras, Trueba rescata del olvido a los derrotados de la historia nacional
 
Periódico La Jornada
Lunes 30 de agosto de 2010, p. a14

El escritor José Luis Trueba recrea en la novela La derrota de Dios la vida y trayectoria política y militar de Miguel Miramón, quien fue juzgado como traidor, ese es el hilo conductor del volumen editado por Suma de Letras.

De manera simultánea, el investigador también presenta La vida y la muerte en tiempos de la Revolución (Taurus-INAH), crónica donde rescata a los personajes secundarios, los perdedores, quienes están en el olvido.

En La derrota de Dios, Miramón es un personaje prodigio. Es un niño héroe e inmaculado. Fue patriota en toda la extensión de la palabra. También combatió a los invasores, fue aprehendido y herido en batalla; además, no cualquiera se convierte en general a temprana edad.

En la novela, el investigador y periodista guía al lector por la singular vida de Miramón, cuyo honor y fe estaban por encima de cualquier otra consideración.

Fue respetado por gran parte de la población, incluso por sus oponentes. Además, se distinguió por haber comandado a un ejército de creyentes que nunca pensó en la derrota de Dios.

El personaje, refiere, tuvo que luchar por su patria desde muy joven. Miguel Miramón defendió, junto con otros héroes, el Castillo de Chapultepec de los invasores estadunidenses, en 1847.

Para la novela, Trueba recurrió a testimonios epistolares, un par de biografías y a lo publicado por los enemigos de Miramón.

Este personaje “siempre peleó por una patria que estuvo a punto de desmoronarse, y estuvo seguro de que el triunfo de los liberales significaba la entrega del país a los yanquis; además, su adhesión a Maximiliano estuvo marcada por la convicción de que lo hacía en contra de los invasores.

Curiosamente, a Miramón le sucede lo mismo que a todos los condenados: no existen demasiadas biografías de él. Es por eso que recurrí a fuentes específicas, como las memorias de Concha Lombardo, menciones de sus contemporáneos y dos biografías.

En cuanto a La vida y la muerte en tiempos de la Revolución Trueba Lara refiere que recurrió otra vez, a los perdedores.

En la crónica, el escritor presenta con estilo ágil las historias paralelas que ocurrían en torno a la Revolución, la cual no fue vista por el pueblo de esa época como gesta heroica.

Este volumen fue conformado por memorias, epistolarios y notas periodísticas; recupera “al pueblo revolucionario, la bola, desde el porfiriato hasta la conclusión de la gesta”.

La violencia, el saqueo y los crímenes eran la cotidianidad. El retrato de esta época resurge con la religión, las nuevas leyes, los miedos, las carencias y los aconteceres sociales: cine y teatro; carpas y burlesque; bodas, el racismo y los cambios en las relaciones familiares.