Funcionario mexicano puso en peligro la firma de la Declaración de Guanajuato
El subsecretario Martínez Espinosa dio por concluida la sesión y desató el malestar de delegados
Representantes de AL exigieron 30 minutos para consensuar documento final
Sábado 28 de agosto de 2010, p. 35
León, Gto. 27 de agosto. Con reservas de la mayoría de los delegados de los 116 países participantes se aprobó la declaración final de la Conferencia Mundial de Juventud (CMJ) 2010, por lo que sólo se alcanzó un acuerdo general, pero no en lo particular, pues muchas de las naciones asistentes cuestionaron los artículos sobre salud, educación, generación de políticas públicas y la falta de inclusión de los pueblos originarios.
El documento, denominado Declaración de Guanajuato, fue consensuado después que representantes de América Latina y Estados Unidos exigieron a los organizadores del encuentro tener al menos 30 minutos
para revisar su contenido y no ser aprobado sin discusión, como pretendía la presidencia de la mesa directiva, presidida por México.
Cerca de las 10 horas, al instalar la última sesión plenaria del Foro de Gobiernos, ministros y directores de institutos de juventud expresaron su rechazo a que el subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Ángel Martínez Espinosa, quien encabezó el debate, diera por concluida la sesión sin abrir a discusión el contenido del documento.
Ante el malestar de decenas de ministros y delegados, el funcionario de la Secretaría de Educación Pública (SEP) se vio obligado a regresar al presídium, tras dar por consensuado el documento e intentar abandonar el salón para participar en la clausura oficial del encuentro prevista para las 10:30 horas, situación que generó descontento entre los asistentes, quienes solicitaron a los organizadores no poner en riesgo
la declaratoria final.
Representantes y ministros de Juventud de Ecuador, Chile, Estados Unidos, Nicaragua y Bolivia, demandaron en reiteradas ocasiones al presidente de la mesa de directiva abrir un espacio mínimo de discusión
, a fin de garantizar una democrática toma de acuerdos. No obstante el funcionario se negó hasta en cinco ocasiones al argumentar causas de agenda y protocolo
.
Al hacer uso de la palabra, la ministra de Ecuador, Ximena Ponce, demandó un mínimo de formalidad: que sean 30 minutos para leer la declaración o leerla en conjunto párrafo por párrafo para seguirla aprobando. Queremos que esta petición también la acoja la organización. No estamos solicitando nada extraño en términos del derecho internacional
.
El representante de la delegación de Bolivia, Rubén Alberto Pinto, apoyó la propuesta e indicó que necesitamos tiempo suficiente para revisar esta declaración, que debe ser universal. Solicitamos al menos media hora para llevar a estudio el documento
.
Agregó que las delegaciones tuvimos desde anoche el texto, pero nos fue complicado entenderlo porque no leemos el inglés. Va a ser necesario que hagamos reservas y necesitamos tiempo suficiente para estudiarlo
.
A pesar que la mayoría de los delegados reunidos en el salón La Paz del Polifórum León, insistían en su negativa a aceptar por consenso el documento sin una lectura final, Martínez Espinosa, incluso llegó a proponer a los dele- gados asistentes acudir primero a la clausura formal y después regresamos a dar continuidad a los trabajos de esta sesión
, lo que fue rechazado con una abrumadora negativa de los asistentes.
Frente a la insistencia de ministros y delegados internacionales, el funcionario aceptó un receso de 30 minutos. Trascurrido ese lapso, representantes de África, Europa, Estados Unidos, Asia y América Latina manifestaron su aceptación sólo en lo general
al contenido de la declaratoria, pues en su mayoría presentaron reservas.
Luego de 25 participaciones de delegados, quienes realizaron comentarios y puntualizaciones al documento final, poco después del mediodía se aprobó el texto final con el compromiso de los organizadores, entre ellos el gobierno de México, de que los asistentes tendrían hasta un mes para analizarlo y establecer las reservas que consideren necesarias antes de su presentación en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, en septiembre próximo.
Tardía clausura
Tras concluir la sesión del Foro de Gobiernos, Rubén Alberto Pinto, representante de Bolivia, aseguró que no es una declaración progresista. Nos vamos un poco desconcertados por el protocolo y los mecanismos de discusión que se emplearon en la CMJ. No creemos que hayan sido los ideales. Se trabó mucho la discusión y esto no beneficia a nadie
.
En tanto, los ministros de Honduras, Marco Antonio Midence, y de Perú, Álvaro Quispe, señalaron que nos vamos satisfechos del esfuerzo, aunque reconocemos que aún falta camino por recorrer. Este es un primer insumo de los países para abrir la discusión y generar mejores prácticas de gobierno para las juventudes
.
Con más de seis horas de retraso, los organizadores convocaron a la clausura oficial del encuentro, encabezada por el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, a la que sólo asistió una pequeña delegación de países africanos, y cientos de jóvenes de bachilleratos del municipio de León.