Autoridades de cultura del país buscan que La Paach sea considerada en la lista del organismo
Sábado 28 de agosto de 2010, p. 6
Guatemala, 27 de agosto. Guatemala sometió la ceremonia del maíz, llamada La Paach, a consideración de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), para que la proclame Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad.
La Paach es una ceremonia maya creada en San Pedro Sacatepéquez, San Marcos, a 250 kilómetros de la capital, que en el idioma maya mam, significa espíritu del maíz
, y consiste en agradecer a la deidad de dicha planta por la cosecha, indicó el ministro de Cultura y Deportes de Guatemala, Jerónimo Lancerio.
Por su parte, Édgar Montiel, director de la oficina de la UNESCO en Guatemala, dijo que ese organismo recibió al menos 80 candidaturas del mundo, y su análisis se llevará a cabo en París. En noviembre, el jurado da una primera mirada a la candidatura guatemalteca para ver si faltan fotos o detalles. Luego, cuando reciben todo, se delibera y el dictamen se conocerá a mediados del otro año
, informó.
Según el Ministerio de Cultura, el elemento esencial de la ceremonia es la reverencia, elemento fundamental en la vida de hombres y mujeres, mayas o no, de Guatemala y Mesoamérica en general. Grano bendito, al que desde épocas pasadas los antiguos mayas le rendían tributo y hoy sus descendientes continúan con la tradición
, afirma un comunicado de dicha entidad. Las actividades guardan una vinculación con el calendario agrícola que rige desde la preparación de la tierra hasta la cosecha del maíz. Antiguamente, el ceremonial se iniciaba el 25 de julio de cada año, con la visita a los cuatro cerros que rodean el municipio de San Pedro, los que se constituyen en los cuatro puntos cardinales y a los cuales se agradece por la buena cosecha representada por las mazorcas Paach.
La vinculación con la madre Tierra y con la madre que nos vio nacer es un signo que pertenecía a una cosmovisión milenaria, donde se enfatiza que todo lo que existe tiene vida y todos somos parte de la naturaleza; por tanto, se debe procurar el equilibrio entre ella y la sociedad. Es por ello que el maíz, además de tener un vínculo material tiene uno espiritual con los mayas y sus descendientes
, añade el documento.