Desmantelados, cien campamentos de migrantes rumanos este año
Viernes 27 de agosto de 2010, p. 28
París, 26 de agosto. Rumania advirtió hoy sobre el riesgo de que los problemas derivados de la migración de gitanos –generalmente población campesina de origen rumano y búlgaro– se puedan resolver con acciones susceptibles de degenerar en racismo y xenofobia
.
La declaración fue hecha en París por el secretario rumano de Integración de los Gitanos, Valentín Mocanu, el mismo día en que Francia envió a Bucarest dos aviones con 284 rumanos, con lo que suman ocho mil 314 repatriados a Rumania, principalmente, y a Bulgaria, como parte de un plan para acelerar la expulsión de gitanos que viven en campamentos rurales y suburbanos instalados en territorio francés.
El gobierno francés comenzó este programa de repatriaciones la semana pasada, pero desde junio el presidente Nicolas Sarkozy planteó el interés de su administración de acelerar la expulsión de gitanos, a quienes vinculó con hechos delictivos y desórdenes en áreas públicas.
Las acciones de Francia han sido criticadas por la Comisión Europea, por contravenir disposiciones sobre la apertura de fronteras entre los miembros de la Unión Europea, pero en respuesta, el primer ministro Francois Fillon exigió al presidente de la entidad ejecutiva regional, José Manuel Barroso, que presione a Rumania para que reduzca el flujo migratorio hacia países vecinos o de lo contrario cerrará sus fronteras.
La expulsión de 284 rumanos tuvo lugar desde el aeropuerto Saint Exupery de Lyon y se llevó a cabo en dos fases, primero con 125 gitanos y luego con 159. El gobierno francés afirmó que la repatriación fue voluntaria
y les otorgó una compensación de 300 euros por adulto y 100 euros por menor de edad. Funcionarios han dicho que en esta etapa el gobierno está dispuesto a apoyar económicamente a los gitanos, pero después será forzoso.
Al amanecer, en la norteña localidad de Villeneuve-d’Ascq, autoridades francesas desalojaron un campamento con 75 gitanos, 29 de los cuales fueron arrestados. Un centenar de campamentos han sido desmantelados en el país este año.