León, Gto., 25 de agosto. La Conferencia Mundial de Juventud (CMJ) 2010 se inauguró de forma oficial, sin la asistencia del presidente Felipe Calderón. Al acto asistieron directores ejecutivos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y sólo 35 de los 45 ministros convocados. Otra vez se manifestaron integrantes de agrupaciones pro vida, quienes descalificaron el encuentro y denunciaron la realización de votaciones manipuladas para la aprobación de las declaratorias oficiales.

Minutos antes de la conclusión del acto protocolario, con el que también se inició el Foro de Gobiernos, que reúne a autoridades de 106 países, integrantes de organizaciones como la Alianza Internacional de la Juventud, la Comunidad Latinoamericana de Jóvenes Humanistas –que encabeza Juan Pablo Adame Alemán, hijo del gobernador de Morelos– y el Movimiento Nacional de Jóvenes Competitivos desplegaron una manta de casi ocho metros de ancho con la leyenda: Felipe, que no te vean la cara. Tenemos pruebas de votaciones manipuladas. La WYC (CMJ) es una mentira.

Decenas de ministros e invitados internacionales se levantaron de sus asientos ante el desconcierto y asombro por la presencia de los manifestantes. En contraste, las autoridades federales asistentes al encuentro, encabezadas por el secretario de Educación Alonso Lujambio, y Priscila Vera, directora del Instituto Mexicano de la Juventud, así como el gobernador de la entidad, Juan Manuel Oliva, permanecieron en sus lugares en la primera fila, mientras se escuchaba la obra Huapango, de Pablo Moncayo.

La ceremonia, encabezada por los conductores de Televisa Paola Rojas y Enrique Acevedo, concluyó en medio de la desorganización, luego de que elementos de seguridad del estado intentaron sacar del auditorio a las autoridades asistentes, entre ellas a Purnima Name, directora adjunta del Fondo de Población de las Naciones Unidas, lo que generó más desorden.

Momentos después, cuando ministros, delegados y observadores internacionales intentaron ingresar al salón La Paz, a unos metros del auditorio principal donde se realizó el acto de apertura, para iniciar los trabajos de la reunión, integrantes del equipo de seguridad les impidieron el acceso. Ante las quejas, se permitió el ingreso por una puerta lateral a la que sólo se podía ingresar con gafete y previa identificación.

Impiden llegar al Poliforum

Cerca de las 11 de la mañana, 400 integrantes y representantes de 35 organizaciones civiles internacionales y nacionales partieron del arco de la calzada de León rumbó al Poliforum León, donde se realiza la CMJ, lugar en el que pretendían leer la declaratoria internacional de ONG.

Sin embargo, autoridades estatales panistas y del municipio de Léon impidieron la llegada de la denominada Marcha Mundial de las Juventudes.

Los manifestantes no pudieron expresarse frente a la sede del encuentro organizado por la ONU, pues directivos de la policía de León les indicaron que no era conveniente, ya que podía suscitarse un enfrentamiento con otro grupo que protestaba en el lugar.

Frente al Poliforum sólo había cuatro integrantes de grupos católicos que sostenían dos mantas con la leyenda: La ideología de género degenera a la sociedad, salud reproductiva o libertinaje disfrazado.

Ante esa situación, los manifestantes intentaron concluir la marcha en la explanada del Fórum Cultural, a unos metros del Poliforum, pero directivos del centro lo impidieron.

“Salió la directora del museo, Amelia Chávez, y nos dijo que no, que aquí era gobierno del estado, que no podíamos utilizar nada, ni la banqueta. Le dije: ‘¿por qué no me puedo manifestar aquí, con toda la gente?’ A otros grupos (de ultraderecha) que se han manifestado y que se meten adonde se les da la gana, les dan todas las facilidades”, denunció la integrante del Centro Las Libres, Margarita Mora.

La lectura de las conclusiones de la declaratoria de las organizaciones no gubernamentales (ONG) se realizó en el arroyo de la calle del Niño, ubicada a un costado del Fórum Cultural.

En la declaración –leída por activistas nacionales y extranjeros– se destaca la necesidad de que los gobiernos atiendan los temas de tecnología, migración, equidad de género, cooperación internacional, justicia y sociedad, desarrollo sustentable, empleo, educación, salud y participación política.