La Paz, 24 de agosto. México está totalmente de acuerdo con Bolivia en su propuesta para que en la próxima conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre cambio climático, en Cancún, la comunidad internacional recoja el principio de la obligación de los estados de consultar a las comunidades indígenas sobre todo proyecto que pueda afectar su hábitat, su modo de vida y sus costumbres, señaló el subsecretario de Asuntos Multilaterales de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Juan Manuel Gómez Robledo.

El funcionario acompaña a la titular de la SRE, Patricia Espinosa, en una gira por Bolivia, Ecuador y Venezuela, quienes buscan consensos con vistas a la conferencia de Cancún, luego de que en la anterior cumbre de Copenhague no fue posible la firma de un acuerdo de consenso por las protestas de países como Bolivia y Nicaragua, de no haber sido escuchados en la recta final de la negociación.

Espinosa y Gómez Robledo se entrevistaron aquí con el canciller boliviano, David Choquehuanca, y la ministra de Medio Ambiente, María Esther Udaeta, y hoy mismo partieron hacia Ecuador.

En entrevista con este diario, Gómez Robledo citó como ejemplo de la coincidencia con Bolivia en el tema de la consulta a los pueblos indígenas el caso de La Parota, una presa que se pretende construir en el estado mexicano de Guerrero, cuya obra fue detenida porque las comunidades que iban a ser afectadas no estaban de acuerdo con ella y que no se ha llevado a cabo hasta en tanto no se encuentre un arreglo con ellas.

Más negociaciones

Sin embargo, expresó serias dudas de que puedan prosperar otras propuestas, surgidas de la Conferencia de los Pueblos sobre Cambio Climático efectuada en abril en Bolivia y presentadas ante la ONU por el presidente boliviano Evo Morales, como la de reducir de dos grados a sólo uno el incremento de la temperatura climática o la posible creación de un Tribunal Ambiental Internacional (TAI).

Explicó que si bien las propuestas de Bolivia están incorporadas en el texto elaborado en la anterior sesión de negociaciones en la ciudad de Bonn, ese es un documento todavía sujeto a ulteriores tratativas en una reunión a realizarse en octubre, en China, y eventualmente lo que no logre concretarse ahí se verá en Cancún, indicó.

Mencionó respecto al descenso de la temperatura a un grado que hay actores extraordinariamente fuertes en la negociación, como China, que no considera que podamos elevar la meta de dos grados (fijada en Copenhague) a un grado, por estimar que eso afectaría considerablemente las perspectivas de crecimiento de todos los países en desarrollo.

En contraste, los países insulares, del Pacífico particularmente, estiman que una estabilización que sea superior a 1.5 grados pone en serio peligro su supervivencia; esa fue la postura que con mucha fuerza desarrolló Maldivas en la conferencia de Copenhague, explicó.

Difícil, lograr el TAI

Respecto de la creación del TAI, comentó: Con toda honestidad veo en este momento cierta dificultad por el simple hecho de que la comunidad internacional acaba de salir, hace apenas 10 años, de una negociación muy complicada para crear la Corte Penal Internacional, que apenas congrega a 113 naciones, entre ellas México, y simplemente el costo asociado a la existencia de este nuevo tribunal es algo que para muchos países no es necesariamente lo deseable en situaciones de estrecheces presupuestarias de todo tipo.

Gómez Robledo subrayó la importancia del proceso de consultas para reconstruir las negociaciones sobre el cambio climático que ha realizado México, ya que había que restaurar la confianza entre las distintas partes y sobre todo restaurar la credibilidad en el proceso. A principios de este año eso no estaba para nada garantizado, dijo, por el gran nivel de desconcierto y por la sensación de exclusión de muchos actores –como Bolivia– que quedó después de la conferencia de Copenhague.

Este proceso ha tenido resultados en torno a temas como lo que tiene que ver con la arquitectura financiera, del financiamiento de mediano y largo plazos que se requiere para generar realmente las herramientas que permitan implementar el régimen jurídico de la convención y el protocolo de Kyoto, afirmó.

Agregó que se ha avanzado también en todo lo relacionado con la forma en que se podrá transferir tecnología, sobre todo los países en desarrollo, cómo se va a apoyar a los países en sus programas de adaptación, y en torno al tema de fomento de capacidades, ya que hay una serie de países que antes que tener siquiera programas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, lo primero que deben tener son herramientas para poder levantar sus inventarios de emisiones.

También señaló un avance importante en lo relacionado con el tema de reforestación, que no había alcanzado la importancia que se le concede ahora como una medida sumamente eficaz, no sólo para reducir emisiones, sino también como una medida que promueve el desarrollo social de las comunidades que habitan los bosques y las selvas, señaló Gómez Robledo.

En otro orden, el presidente Morales Ayma viajó anoche a Corea del Sur, donde negociará apoyo para proyectos de industrialización y revisará la propuesta de ese país para la explotación de litio en Bolivia.