Narcos y terroristas deberán remojar sus barbas, dice ministro colombiano
Lunes 23 de agosto de 2010, p. 23
Bogotá, 22 de agosto. El ministro de Defensa de Colombia, Rodrigo Rivera, aseguró que las nuevas relaciones con Venezuela contemplan la cooperación eficaz en materia de seguridad, que incluyen la acción militar y policial contra todas las modalidades del delito, incluidas las acciones guerrilleras.
En entrevista publicada hoy por el diario El Tiempo de Bogotá, el ministro informó que en la reunión que sostuvo el viernes pasado en Caracas con su homólogo venezolano, Carlos Mata, se acordó crear una línea directa
de comunicación para compartir información y tareas que permitan enfrentar la delincuencia en uno y otro lado de la frontera común.
Colombia, destacó, vive un momento de oro en la relación con Estados Unidos y con la región
, tras la reanudación del diálogo con Venezuela, y por ello es necesario darle una chance a este nuevo momento, que nos permita alcanzar un destino superior
.
Para Rivera eso va a ser una muy mala noticia para los narcotraficantes y para los terroristas, que tendrán que poner sus barbas en remojo, pues este buen momento político internacional de Colombia lo vamos a aprovechar al máximo para conseguir instrumentos que nos permitan derrotarlos
.
Colombia y Venezuela restablecieron el 11 de agosto sus relaciones –rotas el pasado desde julio de 2009–, luego de una reunión de sus respectivos presidentes, Juan Manuel Santos y Hugo Chávez en la ciudad de Santa Marta, en la que anunciaron el inicio de una nueva era entre ambos países.
El mandatario venezolano ordenó hace un año congelar las relaciones diplomáticas, políticas y comerciales como respuesta a un anuncio de Bogotá sobre la firma de un acuerdo con Washington que les permite a militares estadunidenses usar hasta siete bases colombianas.
La ruptura total de relaciones entre ambas naciones ocurrió el 22 de julio, cuando Chávez reaccionó con enojo a raíz de una denuncia presentada ante la Organización de Estados Americanos por el gobierno del ahora ex presidente Alvaro Uribe, en el sentido de que mil 500 guerrilleros colombianos se refugian en Venezuela.