Las condiciones en que los pilotos aceptaron la entrada de un nuevo inversionista a Mexicana reflejan que el terror que sembró la empresa hizo efecto en uno de los gremios más combativos que había tenido el país, señaló Héctor Moreno, especialista en finanzas del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

Advirtió que la entrada de un inversionista ajeno a la industria aeronáutica no garantiza que Mexicana saldrá de su crisis, sobre todo cuando hay un alto nivel de riesgo en la operación.

Hasta el viernes pasado se sabía que el fondo de inversión Advent estaría interesado en par- ticipar como inversionista en Compañía Mexicana de Aviación (CMA), con condiciones severas para los pilotos de la empresa, pues en principio tendrían que aceptar la terminación de su Contrato Colectivo de Trabajo.

El sábado por la tarde, el secretario del Trabajo, Javier Lozano, anunció por Twitter que una empresa compró 95 por ciento de Mexicana; el funcionario subió el comunicado de Tenedora K, de la que apenas se sabe está integrada por empresarios mexicanos que adquirieron 95 por ciento de las acciones, y el 5 restante sería para los pilotos.

Ahí mismo, Tenedora K señaló enfáticamente que este es el primer paso para establecer las condiciones que, eventualmente, permitirían iniciar un proceso de restructuración que exige llegar a acuerdos en aspectos laborales, operativos y financieros, sin los cuales no será posible el rescate de las aerolíneas. Por lo mismo, este posible rescate aún deberá continuar el desahogo del proceso de concurso mercantil que antes de esta adquisición fue iniciado por CMA.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes no ha emitido pronunciamiento alguno sobre la operación, a pesar de ser la encargada de la política aeronáutica del país y de coordinar los trabajos entre el Nuevo Grupo Aeronáutico, pilotos y sobrecargos.

Héctor Moreno señaló que en toda la historia de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores los pilotos no se habían asustado tanto como para aceptar condiciones laborales que representan un riesgo para el resto de las asociaciones laborales que deben poner sus barbas a remojar.

Destacó que el terror que sembró la empresa germinó entre los pilotos, dada la situación económica que enfrenta el país, pero también por el nivel de especialización que han alcanzado y les da pocas oportunidades; los pilotos creyeron el discurso de la empresa de que son los culpables de la crisis, dijo.

Moreno advirtió que Mexicana necesita inversionistas dedicados a la aviación, que entiendan que en el sector hay ciclos y momentos de crisis que se superan con el adecuando manejo de la empresa; de lo contrario, al primer indicio de riesgo abandonarán la operación.