Investigadores de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) denunciaron que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se niega a mostrar los estudios de impacto ambiental del proyecto de construcción de la presa Las Cruces, sobre la cuenca del río San Pedro, en la comunidad de San Pedro Ixcatán, municipio de Ruiz, porque, alertaron, podría acabar con gran parte de las marismas nacionales, que son reserva de la biosfera.

Manuel Blanco y Correa, investigador del centro multidisciplinario de la UAN, explicó que la construcción de la presa contendría las aguas del río San Pedro, cuya mezcla con las aguas salinas es necesaria para que exista un equilibrio perfecto que mantenga los bosques de mangle, principalmente, que constituyen las barreras naturales de defensa contra fenómenos climatológicos, entre otros beneficios.

En una investigación, especialistas de la UAN exponen en un estudio de impacto ambiental realizado hace un par de años, que al ya no fluir el agua dulce en forma normal, en un principio se verá afectada una extensión lagunar de más de 20 kilómetros de ancho por 90 de largo, la cual depende de los flujos medios y estacionales de aguas dulces y saladas.

Los académicos señalaron que han pedido a la CFE mostrar los estudios de impacto ambiental para conocer de fondo las afectaciones que podrían sufrir las marismas nacionales nayaritas con la obra, pero se los han negado.

Nayarit tiene una de las extensiones más amplias en marismas nacionales; prolifera el mangle blanco y rojo –donde habitan más de 400 especies diferentes de aves migratorias y residentes– que permite que la pesca sea buena para los lugareños pues mantiene las aguas limpias de sustancias que pudieran afectar a los peces.

Por otra parte, grupos ambientalistas de Puerto Vallarta, Jalisco, entre ellos Vallarta AC y Nuestra Tierra, denunciaron que el gobierno federal contempla construir un macrolibramiento de 32 kilómetros el cual afectaría 142 hectáreas de áreas naturales de bosque, por lo que alertaron que se trata de un ecocidio, pues afectará la zona montañosa de la localidad.

Subrayan que en esas 142 hectáreas se verían obligados a dinamitar varios cerros y daña-rían plantas endémicas como la palma de coquito; además de causar severas afectaciones al corredor biológico del jaguar, entre otras especies de la región.

Si bien Puerto Vallarta enfrenta graves problemas de tránsito vehicular en la zona centro, ambientalistas argumentaron que el proyecto federal está claramente ligado al otro proyecto que impulsa el gobierno de Jalisco en la zona de Chalacatepec, municipio de Tomatlán, donde el estado invirtió recursos de pensiones para el denominado proyecto Nuevo Cancún.

Ricardo Díaz Borioli, presidente del Consejo Municipal de Ecología, manifestó que el macrolibramiento costará 359 millones de pesos y podría ocasionar daños irreversibles en las 142 hectáreas. Lamentó que la información sea escasa y el gobernador jalisciense, Emilio González Márquez, haya dicho desconocer la existencia del proyecto, del cual nos enteramos por casualidad.