El predio El Molino, ubicado en los límites de Iztapalapa y Tláhuac, padece un hundimiento de 40 centímetros por año, por lo que resulta indispensable reubicar a más de 60 familias que viven en la zona, aseguró la jefa delegacional de Iztapalapa, Clara Brugada.

Tras realizar un recorrido, la delegada aseguró que los niveles de hundimiento fueron detectados por el área de Protección Civil de la demarcación y las razones de dicho fenómeno son la extracción de agua y las características lacustres del terreno.

Este tipo de problemas son constantes en Iztapalapa. Incluso en junio pasado se envió un estudio a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal que señala que el fracturamiento del subsuelo en dicha demarcación ha provocado la formación de nuevas grietas.

Con respecto a la situación de El Molino, Clara Brugada informó que como medida de mitigación se van a retirar de la vía pública más de 700 metros cúbicos de cascajo, ya que las condiciones del terreno y el hecho de que el área no contó con un desarrollo planeado provoca que en época de lluvias se produzcan inundaciones de niveles críticos.

Ante ello, la jefa delegacional solicitó al Sistema de Aguas de la Ciudad de México que se aplique un programa integral para el desalojo de agua de lluvia y la creación de un cinturón verde que permita la recarga acuífera.

En este orden de ideas, a principios de julio, las autoridades de la demarcación dieron a conocer su decisión de no permitirle a Petróleos Mexicanos instalar nuevos ductos en su territorio pues los hundimientos diferenciales los fracturan y con ello se pone en riesgo la seguridad de los vecinos.