La designación por dedazo y en lo oscurito de Gustavo Chávez Quiroga como director de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (BENM), elimina toda legitimidad y convierte su discurso en demagogia. Un administrador, con carrera sindical y no académica, es la persona menos idónea para fortalecer el normalismo, aseguraron profesores-investigadores de esa casa de estudios.

En entrevista con La Jornada, señalaron que nadie con 20 años como comisionado de la sección 10 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), sin ninguna experiencia conocida como formador de docentes, puede encabezar una de las instituciones de educación superior de maestros más importante del país.

Fundada en 1887, indicaron, la BENM “formó a los normalistas que alfabetizaron al país y promovieron el modelo vasconcelista de misiones culturales y casas del pueblo. De sus aulas han egresado importantes pedagogos y sus alumnos se ubican en los mejores niveles de desempeño. Sin embargo, hoy sobrevive al abandono de su infraestructura y a los embates que buscan, desde la cúpula del SNTE –que encabeza Elba Esther Gordillo–, acabar con un pilar del normalismo mexicano”.

Daniel Gómez Ramírez, profesor de posgrado en la BENM, demandó la separación entre las decisiones académicas y sindicales. Vivimos en un compadrazgo, un verdadero amasiato entre la SEP y el SNTE, que impone una lógica de pleitesía abierta y oscura que ha dañado mucho a la educación. No necesitamos administradores para encabezar la benemérita, sino pedagogos y especialistas que sepan los retos que debemos afrontar.

Graciela Gutiérrez, docente de la BENM, institución en la que se forma 90 por ciento de los profesores de educación primaria en el Distrito Federal, destacó que no merecemos que nos impongan un director, y menos durante el periodo de receso de actividades. Se había avanzado en un acuerdo con Luis Ignacio Sánchez, administrador de los servicios educativos en el Distrito Federal, suscrito desde 2007, para abrir a una participación democrática de la comunidad académica y estudiantil la elección del cuerpo directivo.

Agregó que ante la falta de una dirección encabezada por verdaderos especialistas, hay un debilitamiento de la vida académica. Elvia Zúñiga Lázaro, profesora de Observación y Práctica, destacó que desde 2008, con la designación como director de la BENM de Efrén González García, antecesor en el cargo de Chávez Quiroga, se agudizó un proceso de deterioro de los proyectos académicos para fortalecer la formación de maestros. Su llegada, también fue una decisión arbitraria, es decir, se insiste en imponer a personas que desconocen la vida interna de la normal y sus necesidades actuales.

Tras entregar una carta al titular de la Administración Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal (AFSEDF), suscrita por 62 profesores e investigadores de la BENM, para impugnar el nombramiento de Chávez Quiroga, Jorge Alberto Chona Portillo, profesor de esa casa de estudios, destacó que tanto la educación básica como el normalismo, están secuestrados por el SNTE. Es evidente que hay un claro desconocimiento de lo que es la formación docente inicial; por eso, desde hace años desde la cúpula del gremio se pide convertir a las normales en escuelas técnicas de turismo o enseñanza del inglés.

En el discurso, agregó, se afirma que es necesario formar a profesores de calidad, pero ningún administrador puede tener la visión sobre cuáles son los elementos académicos que tendrían que potenciarse para alcanzar esta meta. Si en verdad fuera ésta la preocupación, se tendría que colocar en los puestos directivos de las normales a especialistas con una trayectoria intelectual que permita generar procesos de modernización académica y posicionarlas como lo que son: instituciones de educación superior.

Abandono de infraestructura

Considerada una de las principales instituciones formadoras de docentes en México, la BENM fue creada en 1887 y designada Escuela Nacional de Maestros en 1925, bajo la dirección del pedagogo Lauro Aguirre. En 1945 se inició su principal etapa constructiva, encabezada por el arquitecto Mario Panni, en un predio de casi dos hectáreas ubicado en la calzada México-Tacuba.

El gobierno federal convocó al muralista José Clemente Orozco, para realizar su obra Alegoría nacional, con una extensión de 380 metros cuadrados, al aire libre. Además se contó con la participación del escultor Luis Ortiz Monasterio para realizar diversas obras. Sin embargo, profesores y alumnos denunciaron que pese a que es un patrimonio de la nación, casi en cualquier lugar puedes detectar filtraciones de agua, acumulación de basura, deterioro de puertas y ventanas. Los salones tienen años sin pintura nueva y con mobiliario casi inservible.

En un recorrido por las instalaciones se constató que tampoco hay mantenimiento de áreas verdes ni de la infraestructura sanitaria. El mural, ubicado en la explanada central de las primarias anexas a la BENM, no ha sido restaurado, y debido al efecto del viento, tampoco cuenta con una malla de protección solar. Su reparación, indicaron profesores, supera los ocho mil pesos y no tenemos esos recursos.