Miércoles 18 de agosto de 2010, p. 3
Entre las decenas de requisitos que esta institución establece para la adopción de un niño o una niña se exige tener medios suficientes para proveer lo necesario para la subsistencia y educación del adoptado
, ser mayor de 25 años –casado o soltero–, contar con buena salud y tener 17 años o más respecto al adoptado.
Si la persona o el matrimonio aspirante cumple los requisitos fijados tendrá que acudir a una plática donde un representante de la institución le hace la primera entrevista. Las preguntas giran en torno a los motivos por los cuales se quiere adoptar, así como la situación socioeconómica y sicológica de los interesados.
Una vez superada
esta etapa, deben entregar –en un plazo de dos meses– una serie de documentos bajo la nominación de expediente
, que incluye un certificado médico de buena salud expedido en una institución oficial, exámenes toxicológicos, cartas de recomendación, 10 fotografías a color y en tamaño postal que comprenda la fachada de la casa y todas sus habitaciones interiores adonde se llevaría a vivir al menor, así como fotos del grupo familiar donde aparezcan el o los interesados. Toda esta documentación debe ser entregada en una carpeta con separadores plásticos, y en cada separación hay que exponer cada uno de los documentos con copia fotostática.
Si la solicitud es aprobada, los interesados deberán acudir durante seis u ocho meses a la escuela de padres adoptivos, a continuos exámenes con personal de sicología y trabajo social para luego, con el tiempo, comenzar a tener contactos y convivencias con el niño, así como recibir visitas domiciliarias de personal del DIF. El proceso en general, según explicaron varios solicitantes, suele ser mayor a dos años y luego, otros dos años de seguimiento del niño en su nuevo hogar.