situaciones cotidianasde matrimonios gay
Domingo 15 de agosto de 2010, p. 12
En la víspera de que se reanude la sesión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para continuar con la discusión de los ministros, que llevará a la decisión sobre la constitucionalidad de la adopción de menores para parejas del mismo sexo, Jaime López Vela, abogado en defensa de los derechos de igualdad de personas LGBT y partícipe de la reforma al Código Civil del DF acerca del matrimonio entre gays, asegura en entrevista que la comunidad de la diversidad sexual requiere que se legisle para regular situaciones cotidianas
de las familias homoparentales, como el derecho al divorcio o la adopción de menores por parte de los dos miembros de la pareja.
El reconocimiento del matrimonio entre gays en el DF nos permitió promover y obtener el primer juicio de divorcio de gays, una pareja de hombres casados hace siete años en Massachusetts, Estados Unidos, quienes pudieron disolver su vínculo en el DF y retomar sus destinos, porque esto también ocurre entre nuestras familias, ya que vivimos las mismas problemáticas que una pareja heterosexual
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Explicó que en cuanto se declare la constitucionalidad de la adopción presentaré un expediente para que María adopte a la hija biológica de Lourdes, su esposa. Ellas tienen casi cinco años de relación y la niña nació antes de que entrara en vigor el matrimonio entre gays. Sus familias han manifestado todo su apoyo para verlas a ellas y a la niña felices y protegidas por la ley
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Contra la discriminación
Sostuvo que ante la fase de aplicación de un marco jurídico contra la discriminación, lo sorprendente es que las personas con preferencias sexuales no heterosexuales tenga que defender su condición humana ante ataques provocados por mitos y prejuicios derivados de la falta de una buena educación sexual.
Añadió que es necesario y urgente
que los ministros de la SCJN reconozcan las familias homoparentales y su derecho a adoptar, por lo que su voto en favor de esta medida será un mensaje a la nación del reconocimiento a la diversidad sexual y la promoción de una convivencia pública, pacífica y civilizada de ésta con los demás sectores de la sociedad.
Los niños adoptados por parejas gays irán transformando, en su convivencia con otros niños, el entorno discriminatorio con la inocencia y espontaneidad de sus actos, y si el riesgo es que sean discriminados, la obligación del Estado laico es promover la igualdad y la no discriminación para así terminar con las injusticias
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